Las reservas de grasa en su cuerpo son tejidos metabólicamente activos y dinámicos. Dos fuerzas opuestas determinan la cantidad de grasa que llevas de un día para otro. La lipogénesis es el proceso que convierte los azúcares en grasas, que posteriormente se depositan y almacenan en el tejido adiposo. La lipólisis es el proceso de descomposición de la grasa, generalmente para generar energía. Estas dos actividades metabólicas están controladas por las hormonas secretadas por el páncreas, las glándulas pituitaria y suprarrenal, y los ovarios o los testículos. La insulina hormona pancreática es particularmente importante en el metabolismo de las grasas y la lipólisis.
Insulina
La insulina es secretada por las células pancreáticas en respuesta al aumento de los niveles de glucosa en el torrente sanguíneo. El consumo de alimentos, particularmente proteínas y carbohidratos, provoca la liberación de insulina del páncreas. Por el contrario, el ayuno y la disminución del azúcar en la sangre reducen la producción y liberación de insulina. La insulina desencadena la absorción de glucosa por las células musculares, hepáticas y grasas, lo que reduce el nivel de azúcar en la sangre. Además, la insulina estimula la absorción de ácidos grasos por las células grasas, que convierten estas moléculas en triglicéridos, la principal forma de almacenamiento de grasa en su cuerpo. Por lo tanto, la insulina promueve la lipogénesis.
Lipólisis
Cuando sus necesidades de energía aumentan o su nivel de glucosa en la sangre disminuye, la producción de hormonas que movilizan sus reservas de energía comienza a aumentar. Estas hormonas, como el glucagón y la adrenalina, estimulan la lipólisis, que implica la descomposición de los triglicéridos almacenados en el tejido adiposo. Los ácidos grasos y las moléculas de glicerol liberados por la lipólisis se metabolizan para generar energía para satisfacer sus necesidades. Las hormonas que se oponen a la insulina y estimulan la lipólisis se llaman hormonas contrarreguladoras de glucosa.
La insulina previene la lipólisis
Las hormonas que controlan la lipólisis y la lipogénesis hacen más que simplemente antagonizar las acciones de los demás en el tejido adiposo. Las hormonas que promueven la lipogénesis en realidad pueden interferir con la producción o secreción de otras hormonas que estimulan la lipólisis. Por ejemplo, cuando su nivel de azúcar en la sangre aumenta, la insulina no solo lleva la glucosa a las células. También inhibe la secreción de la hormona pancreática contrarreguladora glucagón. De esta manera, la insulina no solo promueve la lipogénesis, sino que también previene la lipólisis.
Consideraciones
La insulina inhibe la lipólisis y ralentiza la descomposición del tejido adiposo. Esto tiene implicaciones importantes si tiene diabetes tipo 2 o prediabetes. Con estas condiciones, su cuerpo resiste la acción de la insulina. Su páncreas intenta compensarlo produciendo cantidades excesivas de insulina, lo que promueve el almacenamiento de grasa. Por lo tanto, los intentos de perder peso pueden verse parcialmente frustrados por los desequilibrios hormonales. Sin embargo, la interacción entre los diversos factores que contribuyen a la lipólisis es compleja, y la insulina es solo uno de esos factores. Las modificaciones dietéticas, el ejercicio y la pérdida de peso se encuentran entre las intervenciones terapéuticas más importantes para acelerar la lipólisis y la pérdida de peso.