El desayuno puede ser la comida más importante del día, pero es solo una de varias que todos necesitan para funcionar a niveles máximos. Saltarse la mayor parte de la nutrición del día puede y tendrá innumerables efectos adversos, no solo en su salud, sino también en su desempeño laboral o escolar. Si está considerando desayunar como la única comida del día, tenga en cuenta que los riesgos superan con creces los beneficios a corto plazo que pueda experimentar.
Desnutrición
Su cuerpo necesita calorías para funcionar, pero también necesita los nutrientes en los alimentos para mantenerse lo más saludable posible. Es prácticamente imposible empacar todos los nutrientes del día en una sola comida. Puede intentar reemplazar la falta de nutrientes con suplementos, pero tenga en cuenta que no son tan efectivos como los nutrientes que se encuentran en los alimentos. Además, la falta de nutrientes clave como proteínas, zinc, hierro, magnesio, potasio y calcio aumenta drásticamente el riesgo de enfermedades como anemia, osteoporosis e incluso daño cerebral.
Metabolismo dañado
El desayuno está destinado a acelerar su metabolismo al comienzo del día. Cualquier refrigerio y comida posterior tiene la intención de mantenerlo zumbando y mantener a raya el hambre. Si deja de comer después del desayuno, su metabolismo entra en "modo de hambre", disminuyendo drásticamente y aprovechando la energía almacenada de su cuerpo. Además, dejar su metabolismo inactivo durante la mayor parte del día significa que con el tiempo, se ralentizará permanentemente. Cuando y si decide reanudar los hábitos alimenticios normales, aumentará de peso rápidamente porque su metabolismo no está acostumbrado a descomponer los alimentos de manera regular.
Problemas cognitivos y psicológicos.
Comer comidas regulares asegura que el cerebro reciba suficiente glucosa para funcionar correctamente y apoyar los procesos neuronales. Cuando deje su cerebro sin glucosa durante la mayor parte del día, experimentará una variedad de efectos secundarios negativos, como pérdida de memoria y extrema dificultad para concentrarse. También puede experimentar cambios de humor dramáticos y dañar la capacidad de su cerebro para notar la diferencia entre el hambre y la saciedad.
Espigas de azúcar en la sangre
Cuando comes, tu cuerpo divide la comida en dos partes: grasa y energía. La grasa se almacena, mientras que la energía pasa al torrente sanguíneo en forma de azúcar para servir a sus órganos y mantenerlo activo. Es posible que le dé un buen comienzo a su cuerpo por la mañana, pero omitir el resto de la nutrición del día causará una caída grave en el azúcar en la sangre. Se sentirá lento, cansado, irritable y nervioso, lo que probablemente dañará su desempeño laboral o escolar. Además, los picos y gotas de sangre regulares lo ponen en grave riesgo de desarrollar diabetes.