La frecuencia cardíaca de entrenamiento para un hombre de 55 años dependerá de su condición física y sus objetivos de ejercicio. Puede mejorar su capacidad cardíaca y pulmonar comenzando a un ritmo que aumente su ritmo cardíaco a la mitad de su máximo. Puede beneficiarse aún más presionándose para hacer ejercicio a un ritmo que aumente su ritmo cardíaco al 70, 80 o incluso el 90 por ciento de su máximo, si está lo suficientemente en forma. El primer paso para elegir su frecuencia cardíaca objetivo es estimar su frecuencia cardíaca máxima. Luego puede seleccionar un rango apropiado de frecuencias cardíacas para sus entrenamientos.
Estimando su frecuencia cardíaca máxima
La fórmula estándar para estimar la frecuencia cardíaca máxima de un hombre no ha cambiado en casi cuatro décadas. Simplemente reste su edad de 220. La frecuencia cardíaca máxima de un hombre de 55 años sería 165 latidos por minuto. Su máximo real probablemente estaría entre 155 y 175 latidos por minuto, dependiendo de su salud y nivel de condición física. La cifra estimada es suficiente para establecer objetivos de frecuencia cardíaca objetivo para el entrenamiento físico de rutina.
Una gama de frecuencias cardíacas de ejercicio
No existe una frecuencia cardíaca única de entrenamiento específicamente diseñada para alguien de 55 años de edad. En cambio, hay rangos de frecuencia cardíaca objetivo. La American Heart Association y el American Council on Exercise sugieren hacer ejercicio a una intensidad que eleve su ritmo cardíaco entre 50 y 80 por ciento de su capacidad máxima. Eso significa entre 83 y 132 latidos por minuto.
Aumente gradualmente su nivel de condición física
Precauciones de seguridad
Estas recomendaciones suponen que goza de buena salud. Antes de comenzar un programa de ejercicios, obtenga la aprobación de su médico. Asegúrese de preguntarle a su médico si algún medicamento que esté tomando podría afectar su capacidad para hacer ejercicio. Algunas recetas, como los medicamentos para la presión arterial, reducen su frecuencia cardíaca máxima. Después de comenzar su programa de ejercicios, preste atención a cómo se siente mientras hace ejercicio. No intente adherirse rígidamente a una frecuencia cardíaca elevada constante si se siente mareado, débil, con náuseas o siente dolor. Deje de hacer ejercicio y determine la causa de su molestia antes de continuar.