La hipercalemia es una condición en la cual los niveles de potasio en el torrente sanguíneo son anormalmente altos. Existen muchas causas para la hipercalemia, principalmente relacionadas con la enfermedad renal porque este órgano ayuda a controlar los niveles de potasio en el cuerpo y a las causas hormonales. Administrar glucosa e insulina es una forma de disminuir el nivel de potasio en el torrente sanguíneo.
Causas
La hipercalemia generalmente resulta de insuficiencia renal aguda o crónica; de glomerulonefritis, en la cual los riñones pierden su capacidad de filtrar sangre; y del rechazo de un trasplante de riñón. Según Medline Plus, otras causas incluyen la enfermedad de Addison, una condición en la cual el cuerpo no produce suficiente aldosterona, la hormona responsable de controlar la absorción de potasio de los riñones; y del uso de diuréticos, medicamentos utilizados para regular la presión sanguínea al aumentar la excreción de líquidos y electrolitos en la orina.
Síntomas
Los síntomas de la hipercalemia pueden ser leves al principio, pero la hipercalemia severa puede causar arritmias o ritmos cardíacos anormales peligrosos, que eventualmente pueden hacer que el corazón deje de latir. Una de las razones para administrar glucosa e insulina a las personas con hipercalemia es disminuir la posibilidad de desarrollar arritmias.
Mecanismo de acción
La mayor parte del potasio en el cuerpo reside dentro de las células del cuerpo, no en el torrente sanguíneo. Parte del tratamiento de la hipercalemia es conducir el potasio de regreso a las células. La insulina conduce el potasio a las células al estimular la absorción del electrolito por la membrana celular. Este proceso comienza dentro de veinte a treinta minutos del inicio del tratamiento con insulina. La glucosa se administra para facilitar este proceso y también para mantener el nivel de glucosa en el torrente sanguíneo, ya que la insulina puede causar hipoglucemia o bajo nivel de azúcar en la sangre.
Otros tratamientos
Otros tratamientos para la hipercalemia incluyen el uso de calcio intravenoso para evitar que el corazón entre en una arritmia; dando resinas como el poliestireno sulfonato de sodio que se une al potasio dentro del intestino y lo expulsa del tracto gastrointestinal y, en casos severos, diálisis para eliminar rápidamente el potasio del torrente sanguíneo.