La cafeína se considera un estimulante, lo que significa que causa una reacción en su cuerpo que puede acelerar su sistema nervioso central, haciéndolo sentir más despierto y alerta. Si bien esto puede ser bueno si se siente somnoliento o tiene problemas para concentrarse, una cantidad excesiva de cafeína puede tener un efecto no deseado, contribuyendo a los "nerviosismos", una sensación nerviosa o ansiosa que puede evitar que se mantenga concentrado e incluso durmiendo bien. Comprender cuánta cafeína es demasiada para usted puede ayudarlo a prevenir los nervios.
Comportamiento
La cafeína puede tener varios efectos en el cuerpo y también puede afectar a las personas de diferentes maneras. Por ejemplo, la cafeína puede afectar algunos neurotransmisores que normalmente mantienen los vasos sanguíneos ligeramente cerrados. Esto hace que sus arterias permanezcan más anchas, permitiendo que fluya más sangre a través de ellas, lo que lleva más oxígeno a su cerebro y tejidos para que se sienta más despierto. Debido a que los sistemas de su cuerpo se mueven un poco más rápido, puede sentirse nervioso o inquieto. La cafeína también puede estimular las hormonas, como la adrenalina, que hacen que su corazón lata más rápido y que su cuerpo tome la respuesta de lucha o huida que experimenta cuando tiene miedo. El aumento de la adrenalina te hace más propenso a experimentar nerviosismo.
Moderación
Prueba
Use una prueba simple para descubrir si es especialmente sensible a los efectos de la cafeína. Comience tomando su presión arterial para obtener una medición de referencia. Beba o coma alimentos que contengan cafeína, como café, refrescos o chocolate, y espere 30 minutos, luego vuelva a tomar la presión arterial. Si su presión arterial aumenta entre cinco y 10 puntos, puede ser especialmente sensible a los efectos de la cafeína y es más probable que experimente síntomas como nerviosismo.
Consideraciones
Si los efectos de la cafeína le provocan nerviosismo, puede estar experimentando efectos secundarios adicionales. Estos incluyen ansiedad, cambios de humor, palpitaciones o incapacidad para dormir bien. Si su consumo de cafeína y sus nervios interfieren con su vida diaria, es posible que desee reducir su consumo general. Debido a que su cuerpo puede acostumbrarse a tomar cafeína, es posible que deba reducir su ingesta lentamente para evitar efectos secundarios adversos como fatiga o dolor de cabeza.