Si finalmente te has comprometido con una rutina de ejercicio saludable, es posible que te sientas frustrado cuando las libras no desaparezcan de inmediato. La pérdida de peso puede llevar tiempo, ya que la mayoría de las personas pierden solo una o dos libras por semana, incluso con una dieta estricta y mucho ejercicio. Pero si ha estado ejercitándose durante varias semanas, cree que está quemando grasa pero aún no ve ningún cambio, podría haber algo más que culpar por el estancamiento.
La rutina de ejercicios incorrectos
Es tentador apuntar solo a las áreas de su cuerpo donde desea perder peso, haciendo abdominales o estocadas. Pero el ejercicio aeróbico quema más calorías y grasas, y dará como resultado una pérdida de peso más rápida. Incluso si quema algo de grasa haciendo ejercicios de calistenia o levantamiento de pesas, sus resultados serán lentos. En cambio, estos ejercicios son más efectivos para desarrollar músculo.
Construyendo Músculo Pesado
El músculo es más denso que la grasa, lo que significa que un pequeño aumento en el músculo y una pequeña pérdida de grasa podrían hacer que aumente de peso. Si bien la báscula es una buena guía para determinar si está cumpliendo sus objetivos de condición física, también debe considerar su salud y desarrollo físico. Si te estás volviendo más fuerte y más tonificado, es posible que no necesites perder peso.
No cortar calorías
No importa cuánta grasa quemes, si tu dieta es alta en calorías, deshacerás tu esfuerzo. Tienes que perder 3.500 calorías por cada libra de grasa que quieres perder, y perder peso solo con el ejercicio es un desafío. Una persona de 125 libras, por ejemplo, tendría que pasar más de ocho horas a la semana pedaleando en una bicicleta estacionaria para perder una libra por semana, según las publicaciones de Harvard Health. Eliminar incluso solo 100 a 200 calorías por día puede aumentar considerablemente su tasa de pérdida de peso.
Condiciones de salud
Si está haciendo todo bien, reduciendo calorías y haciendo ejercicio aeróbico regularmente, pero aún no pierde peso, es hora de hablar con su médico. Los trastornos del sistema endocrino como el hipotiroidismo y el síndrome de Cushing pueden ralentizar su metabolismo y hacer que su cuerpo se aferre obstinadamente al peso. Es posible que necesite medicamentos, o su médico puede recomendar un régimen de ejercicio más intenso.