Los relajantes musculares son una categoría de medicamentos, a menudo recetados para el tratamiento del dolor causado por una lesión o una afección crónica, como la fibromialgia. Los relajantes musculares no curan el problema, sin embargo, al actuar con el sistema nervioso central, proporcionan alivio temporal del dolor en algunas personas. Los relajantes musculares pueden ser adictivos y también pueden tener efectos secundarios negativos por su uso, incluidos síntomas del cuerpo físico, problemas de pensamiento y funcionamiento, riesgo de adición y posibles interacciones peligrosas con otros medicamentos.
Efectos secundarios físicos de los relajantes musculares
Al igual que con muchos medicamentos, existen numerosos efectos secundarios posibles de los relajantes musculares. Estos incluyen malestar estomacal, náuseas y vómitos. Algunas marcas pueden causar un sabor desagradable o sequedad de boca. El efecto secundario más común al tomar relajantes musculares es la somnolencia, y esto se encuentra en muchos pacientes.
Pensamiento y funcionamiento deteriorados
Un riesgo muy serio con respecto a tomar relajantes musculares es que pueden perjudicar su pensamiento y funcionamiento, debido a su efecto sedante. Es común sentirse somnoliento como resultado de tomarlos, así como aturdido, inestable o menos alerta de lo normal. La vista deteriorada, el proceso de pensamiento y la toma de decisiones también son comunes. Como resultado, se recomienda evitar conducir o manejar maquinaria mientras se toman relajantes musculares.
Riesgo de adicción
En los Estados Unidos, los relajantes musculares requieren receta médica y se consideran una sustancia controlada. Son una sustancia comúnmente abusada. Las personas con antecedentes de adicción a las drogas o al alcohol no deben usar relajantes musculares, y tampoco deben mezclarse con alcohol. Como resultado del alivio del dolor que proporcionan estos medicamentos, pueden volverse adictivos para las personas con dolor crónico. Además, una vez que el cuerpo se acostumbra a la ingesta diaria de un relajante muscular, puede volverse dependiente de ellos para funcionar, y uno puede experimentar síntomas de abstinencia si dejan de tomarlos.
Posibles interacciones farmacológicas
Como con todos los medicamentos, existe el riesgo de interacciones con otros medicamentos que uno está tomando. Cuando se mezcla con algunos tipos de medicamentos, aumenta la eficacia de los relajantes musculares, lo que hace que el medicamento sea peligroso. En las mujeres, algunos relajantes musculares pueden interactuar con los suplementos de estrógenos. Las interacciones farmacológicas específicas dependen del relajante muscular exacto que esté tomando, así que consulte con su proveedor de atención médica para evitar interacciones dañinas. Sin embargo, varios relajantes musculares pueden interactuar con el alcohol, y esta interacción aumenta su efecto sedante, causando discapacidad e incapacidad para conducir.
