El cerebro, que es la parte más grande del cerebro, se divide en cuatro áreas, o lóbulos, cada uno de los cuales alberga diferentes funciones. El cerebro también se divide en dos hemisferios: el derecho, que te ayuda a pensar creativamente y el izquierdo, que te ayuda a pensar lógicamente. Por lo tanto, tiene un lóbulo frontal del lado derecho y un lóbulo frontal del lado izquierdo.
Su personalidad vive en los lóbulos frontales, donde se manejan las emociones, la resolución de problemas, el razonamiento, la planificación y otras funciones. Los lóbulos frontales están vinculados a los centros sensoriales y de memoria en todo el cerebro. Su trabajo principal es permitirnos pensar detenidamente y determinar cómo usar la información que se encuentra en otras partes del cerebro.
Resolución de problemas
El pensamiento de nivel superior es apoyado por los lóbulos frontales. La actividad en estos lóbulos nos permite razonar, hacer juicios, hacer planes para el futuro cercano y lejano, tomar decisiones, tomar medidas, resolver problemas y, en general, controlar nuestro entorno de vida. Sin lóbulos frontales que funcionen completamente, es posible que tenga inteligencia, pero no podría utilizarla.
Interacción social
Los lóbulos frontales o, más específicamente, la corteza prefrontal ubicada dentro de los lóbulos frontales, poseen la capacidad de acceder a la información y los recuerdos que acumulamos que nos recuerdan cómo comunicarnos e interactuar adecuadamente en situaciones sociales o públicas. Los lóbulos frontales son responsables del comportamiento empático, lo que nos permite comprender el pensamiento y las experiencias de los demás. Esta comprensión nos ayuda a tomar pistas sobre cómo comportarse o responder en diferentes tipos de situaciones sociales, como la respuesta correcta a una pregunta de entrevista de trabajo, o entender la frase clave de una broma. El daño a algunas áreas del lóbulo frontal también puede afectar el interés y la actividad sexual.
Movimiento
Aunque el movimiento y la coordinación muscular se centran en otra parte del cerebro llamada cerebelo, los lóbulos frontales controlan los músculos voluntarios. Estos son los músculos que usa para caminar, correr, bailar, lanzar una pelota de fútbol o hacer otro movimiento consciente. La orientación espacial, o la capacidad de determinar la posición de su cuerpo en el espacio, también es una función de los lóbulos frontales.