Los lípidos, comúnmente conocidos como grasas, son una gran familia de moléculas orgánicas insolubles en agua presentes en muchos alimentos y que ocurren naturalmente en el cuerpo, según Paul Insel, et al., En "Nutrición". Aunque el consumo de lípidos es una necesidad dietética, ya que la grasa es un componente importante en la membrana celular, la sangre y los fluidos corporales, en exceso, estos compuestos pueden resultar perjudiciales para su salud.
Complicaciones cardiovasculares
El consumo excesivo de lípidos puede conducir a una serie de complicaciones cardiovasculares. Según MedlinePlus, la grasa saturada es especialmente dañina ya que puede causar colesterol alto en la sangre, lo que lleva a endurecimiento arterial, enfermedades cardíacas y derrames cerebrales. La American Heart Association, o AHA, dice que las grasas saturadas son la principal causa dietética del colesterol alto y son abundantes en carnes grasas, mantequilla, crema, leche y otros productos lácteos. Minimizar la ingesta de estos alimentos puede reducir significativamente los niveles de colesterol.
Obesidad
Una dieta abundante en lípidos puede conducir a la obesidad, de acuerdo con "Factores alimentarios para la promoción de la salud". Las anormalidades del metabolismo que se acompañan también se deben al consumo diario excesivo de grasa. A diferencia de aumentar algunas libras adicionales, la obesidad es tener demasiada grasa corporal que puede causar estragos en el cuerpo. Incluso perder del 5 al 10 por ciento de su peso puede inhibir la aparición de ciertas enfermedades, según MedlinePlus.
Mayor riesgo de enfermedad
MedlinePlus advierte que una dieta alta en grasas también aumenta el riesgo de enfermedades como la artritis, algunos tipos de cáncer y diabetes. Si es obeso, tiene un mayor riesgo de diabetes tipo 2, que generalmente acompaña a los niveles altos de colesterol y triglicéridos, de acuerdo con MayoClinic.com. Las grasas trans que se presentan en forma de aceites parcialmente hidrogenados, también lípidos, son particularmente dañinos para su cuerpo. Aumenta la lipoproteína de baja densidad o colesterol malo, mientras que reduce la lipoproteína de alta densidad o colesterol bueno.
Pautas recomendadas sobre grasas
La AHA recomienda una ingesta de grasas del 25 al 35 por ciento de las calorías totales por día, y solo el 7 por ciento proviene de grasas saturadas. Dado que la grasa es un componente importante de una dieta saludable, el consumo de variedades "buenas" como las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas es ideal con moderación. Aunque estos compuestos son "buenos", siguen siendo grasas que pueden conducir al aumento de peso y a las afecciones lipídicas asociadas.