Las deficiencias de vitamina D y calcio a menudo causan síntomas similares en los niños pequeños, por lo que puede ser difícil saber si su hijo necesita más de uno o ambos de estos nutrientes. Si bien solo un médico puede diagnosticar deficiencias en vitamina D o calcio, usted puede ayudar a prevenir problemas al alimentar a su niño con muchos alimentos que contienen estas y otras vitaminas y minerales.
Vitamina D y calcio
La vitamina D y el calcio trabajan juntos en el cuerpo para construir y proteger huesos y dientes. La vitamina D controla el nivel de calcio y fosfato en la sangre y ayuda a la absorción de calcio por las células en la pared intestinal. La vitamina D también juega un papel en la función inmune, la actividad neuromuscular, el crecimiento celular y la inflamación. El calcio ayuda en las funciones sanguíneas, musculares y nerviosas. La vitamina D puede ser producida por la piel cuando se expone a la luz UV o puede obtenerse a través de una dieta o suplementos. El calcio debe obtenerse a través de fuentes alimenticias o mediante un suplemento.
Nutrición para niños pequeños
Los niños pequeños necesitan al menos 400 UI de vitamina D por día y 500 mg de calcio. La leche es una fuente importante de ambos nutrientes para la mayoría de los niños pequeños y niños pequeños. Una taza de leche entera fortificada con vitamina D proporciona aproximadamente 300 mg de calcio y 100 UI de vitamina D. Otras buenas fuentes de ambos nutrientes incluyen cereales fortificados, yogurt fortificado, jugo de naranja fortificado y pescado graso, como el salmón. La vitamina D también se puede encontrar en el hígado y los huevos. Otras fuentes de calcio incluyen verduras de hoja verde y pan.
Deficiencias
Las deficiencias de calcio y vitamina D temprano en la vida pueden causar problemas irreversibles de por vida. El raquitismo, un trastorno óseo caracterizado por huesos blandos y deformidades esqueléticas, puede ser el resultado de una deficiencia de vitamina D o calcio, o de bajos niveles de ambos nutrientes. Debido a que los niños pequeños a menudo se mantienen protegidos de la exposición prolongada al sol, la deficiencia de vitamina D es un culpable frecuente en el desarrollo del raquitismo. Sin embargo, para los niños pequeños que no pueden o no consumen productos lácteos, las deficiencias de calcio pueden ser más comunes.
