La vitamina D se puede encontrar en alimentos como pescado graso, huevos y leche fortificada y jugo de naranja. La mayor parte de la vitamina D que las personas obtienen se fabrica en la piel después de la exposición al sol. Debido a las preocupaciones sobre el cáncer de piel, es posible que su hijo no pase mucho tiempo al sol. Si su dieta no le proporciona niveles adecuados de vitamina D, un suplemento de vitamina D3 puede ayudarlo a aumentar sus niveles. Antes de darle a su hijo cualquier suplemento o vitamina, hable con un pediatra para que lo asesore.
Cantidad diaria recomendada
A partir de abril de 2011, la recomendación es que los niños reciban 200 Unidades Internacionales, o UI, de vitamina D por día. Esto es lo mismo que 5 mcg. De acuerdo con MayoClinic.com, un niño mayor de uno no debe recibir más de 2, 000 UI por día, y un bebé menor de 1 año no debe recibir más de 1, 000 UI por día. Lea atentamente la etiqueta del frasco de vitamina D3, ya que el suplemento viene en diferentes puntos fuertes.
Deficiencia de vitamina D
Si bien la recomendación es que los niños reciban 200 UI de vitamina D al día, los niños con deficiencia de vitamina D pueden requerir mucha más vitamina D3 para elevar sus niveles. Debido a que los niños crecen rápidamente, es más probable que tengan deficiencias que los adultos. Una estrategia es darles altas dosis de vitamina D3, hasta 14, 000 UI por semana, o 2, 000 UI por día. Esta cantidad puede ser suficiente para elevar el nivel de suero sanguíneo de un niño y eliminar una deficiencia. Esto debe hacerse solo bajo el cuidado y la supervisión de un médico.
Beneficios potenciales
Los niveles adecuados de vitamina D pueden hacer que sea menos probable que su hijo contraiga la gripe estacional, observan los Institutos Nacionales de Salud. Otros beneficios para su hijo incluyen un sistema inmunitario reforzado, una probabilidad reducida de desarrollar raquitismo y una mejor absorción de calcio, que es importante para la salud ósea. La suplementación con vitamina D también puede reducir la posibilidad de que su hijo desarrolle cáncer o esclerosis múltiple.
Peligros potenciales
Es posible una sobredosis de vitamina D3, ya que se almacena en la grasa del cuerpo. Algunos síntomas de sobredosis incluyen náuseas, vómitos, sabor metálico en la boca, pérdida de apetito, dolor de cabeza y fatiga. Si su hijo tiene enfermedad renal o niveles altos de calcio en el cuerpo, los niveles altos de vitamina D3 pueden exacerbar la afección. Si su hijo toma medicamentos recetados o de venta libre, consulte con su médico o farmacéutico, ya que la vitamina D3 puede interactuar con ciertos medicamentos o aditivos.