Pocas cosas son más molestas que un tirón muscular. Justo cuando está logrando mejoras en su estado físico y flexibilidad, un movimiento incorrecto puede dejarlo de lado durante algunas semanas o más. Si bien no puede retroceder el tiempo, puede ayudar a reducir la incomodidad y la hinchazón, y acelerar su recuperación para que pueda volver al juego.
¿Qué es un músculo tirado?
Un músculo estirado, o tensión muscular, ocurre cuando cualquier músculo se estira más allá de su punto de elasticidad natural. Cuando esto sucede, las fibras musculares se rompen. La gravedad de la lesión depende de cuántas fibras musculares se rompan y si se separan por completo.
Las distensiones musculares se clasifican como:
Grado I: una rotura leve en la que solo unas pocas fibras musculares se estiran o rasgan demasiado. El músculo puede estar adolorido y sensible, y puede haber una ligera inflamación, pero no hay pérdida de fuerza muscular.
Grado II: una tensión moderada con más fibras musculares afectadas. El dolor, la sensibilidad y la hinchazón son más severos; Es probable que haya una pérdida de fuerza y algunos hematomas.
Grado III: una tensión severa en la cual el músculo se rompe en dos o se separa de su tendón. Es posible que haya escuchado un estallido en el momento de la lesión. Habrá dolor significativo, hinchazón y hematomas y pérdida completa de la función muscular.
Cuando ver a un doctor
Si tira de un músculo de la espalda o estira demasiado los isquiotibiales, el protocolo de tratamiento se basa en el grado de la tensión y los síntomas asociados. Hasta cierto punto, deberá usar su propio buen criterio para determinar si necesita atención médica o no, pero algunas pautas son:
- La mayoría de las cepas de grado I se pueden tratar en casa sin una visita al médico.
- Las cepas de grado II y III deben ser tratadas por un médico.
- Las cepas de grado III generalmente requieren atención médica inmediata.
Además, debe llamar a su médico si encuentra síntomas más graves:
- Usted escuchó un estallido en el músculo al momento de la lesión.
- Su dolor, hinchazón y moretones son severos.
- Su debilidad muscular es pronunciada y tiene problemas para moverse.
- Sus síntomas musculares no se resuelven en 48 horas.
- Tiene dolor de espalda intenso que le impide realizar sus actividades diarias, o tiene dolor de espalda leve que empeora en los próximos días.
Tratamiento en el hogar para distensiones musculares
Si su tensión muscular es leve, puede usar el protocolo de tratamiento RICE. ARROZ significa:
Descanso. Evite actividades que involucren el músculo lesionado.
Hielo. Aplique una compresa de hielo en el área durante 20 minutos por hora, o con la mayor frecuencia posible. Sin embargo, no deje una bolsa de hielo durante más de 20 minutos a la vez. Evite colocar la compresa de hielo directamente sobre la piel. Envuélvelo en una toalla. También puede usar una bolsa de vegetales congelados como una bolsa de hielo.
Compresión. Envuelva el área afectada, como el muslo o el torso, en una venda elástica. Envuélvalo bien, pero no tan apretado que corte la circulación.
Elevación. Eleve el músculo estirado con almohadas mientras cubre el nivel del corazón con hielo o por encima.
ARROZ está diseñado para reducir la hinchazón y el dolor y prevenir más lesiones. Es importante comenzar a realizar este tratamiento lo antes posible después de la lesión y continuar durante al menos 48 horas.
Tratamiento para cepas más graves
Su médico examinará el sitio de su músculo extraído y le hará preguntas sobre la lesión. Lo más importante es que querrá saber si escuchó un sonido de estallido, lo que indica una rotura completa. También puede pedirle que realice algunos ejercicios para juzgar el grado de debilidad muscular y la pérdida de función.
Si hay una pregunta sobre la gravedad de la lesión, su médico ordenará más pruebas, incluidos rayos X o resonancia magnética (MRI). Según el diagnóstico, su médico puede derivarlo a un especialista para un tratamiento adicional.
Las lágrimas graves requieren un procedimiento quirúrgico. Ya sea que se someta o no a una cirugía, deberá seguir un programa de rehabilitación que incluirá un período de descanso seguido de ejercicios y estiramientos específicos para restaurar la flexibilidad, la movilidad y la fuerza. Su programa puede llevarse a cabo en el consultorio de un fisioterapeuta o solo en casa.
Evitar los músculos estirados
Puede evitar el malestar y las molestias de un músculo estirado en exceso siguiendo algunas pautas simples:
Calienta antes de tu entrenamiento. Hacer ejercicio con músculos fríos aumenta el riesgo de una tensión. Haz de 5 a 10 minutos de cardio ligero, así como algunos ejercicios de calentamiento específicos para los músculos que vas a trabajar. Por ejemplo, si estás entrenando hombros, haz algunos juegos de círculos de brazos.
Trabaja en flexibilidad. El entrenamiento de flexibilidad y movilidad es un componente importante de cualquier programa de entrenamiento de fuerza. Muchos ejercicios de entrenamiento de fuerza, aunque beneficiosos, hacen que los músculos se acorten, lo que puede disminuir la flexibilidad y aumentar el riesgo de estiramiento excesivo.
Después de su entrenamiento, haga estiramientos para todos sus grupos musculares principales, especialmente los que acaba de trabajar. Por ejemplo, si entrenó la parte superior de su cuerpo, haga algunos estiramientos para su pecho, hombros, brazos y espalda. Si hiciste una carrera larga, estira tus cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y pantorrillas. Mantenga cada estiramiento durante al menos 30 segundos.
El estiramiento excesivo también puede causar una tensión muscular si va demasiado lejos. Manténgase atento y no se esfuerce más allá de la elasticidad natural de sus músculos. Al estirar, puede sentir una leve sensación de incomodidad, pero nunca debe sentir dolor.
Hidratar. Según Trinity Orthopaedics, la deshidratación aumenta el riesgo de lesiones ortopédicas, incluidas las distensiones musculares. Beba al menos 20 onzas de agua dentro de las dos horas de su entrenamiento; luego beba de 7 a 10 onzas de agua cada 10 a 20 minutos durante su entrenamiento. Beba 8 onzas de agua al final de su actividad y continúe hidratando durante todo el día y la noche.