Los isquiotibiales apretados en una carrera pueden causar calambres musculares o espasmos musculares. Cuando los calambres musculares, no se contraen suavemente durante la carrera, lo que puede provocar dolor y sensibilidad en los músculos. En muchos casos, la causa de los calambres en los isquiotibiales es algo simple y se puede corregir fácilmente tomando medidas preventivas. Sin embargo, si sus calambres persisten, debe consultar a su médico para descartar un problema médico subyacente.
Anatomía de un calambre
Un calambre en los isquiotibiales, también conocido como espasmo, es el resultado de que los músculos isquiotibiales se contraen por la fuerza y no se relajan. Un calambre leve se puede sentir como un dolor molesto y sordo, mientras que un calambre más severo se experimenta como un dolor agudo y punzante. Si la contracción es lo suficientemente fuerte, su músculo puede anudarse, formando un bulto o bulto debajo de la piel. Los músculos de la pantorrilla, el muslo y los isquiotibiales son los más comúnmente afectados por los calambres musculares.
Causas de calambres
La causa exacta de los calambres no está clara, pero ciertas condiciones aumentan las posibilidades de que ocurran. Las condiciones que provocan calambres incluyen deshidratación, desequilibrio electrolítico o deficiencias, fatiga muscular y falta de un calentamiento adecuado antes de correr. Hacer ejercicio en un ambiente caluroso puede ser un factor contribuyente, principalmente porque conduce a una deshidratación rápida. En algunos casos, la causa de los calambres es un medicamento recetado, como un diurético, que causa el agotamiento de los electrolitos. Raramente, un problema médico subyacente, como un trastorno nervioso, es el culpable.
Caliente y fría
Cuando los isquiotibiales comienzan a tensarse, deja de correr y estira los músculos. Aplique presión firme sobre los músculos afectados o masajee, manteniendo sus músculos estirados, hasta que el calambre desaparezca. Beba agua o una bebida deportiva enriquecida con electrolitos para ayudarlo a hidratarse. Comer un plátano, que tiene un alto contenido de electrolitos de potasio, puede ayudar. Si el calambre es intenso o no desaparece, interrumpa toda actividad y aplique calor lo antes posible para relajar el músculo. Para tratar los músculos doloridos y sensibles después de la carrera, aplique una compresa de hielo u otra fuente de frío. Busque atención médica si las medidas de cuidado personal no eliminan los calambres en los isquiotibiales.
Agua y aperitivos salados
Para evitar calambres en los isquiotibiales, beba mucha agua antes, durante y después de correr. Calienta antes de correr realizando ejercicios de calistenia, como saltos, durante cinco a 10 minutos. Estire suavemente los músculos de las piernas, particularmente los isquiotibiales y los músculos de las pantorrillas, después del calentamiento. Refrésquese después de correr caminando durante varios minutos y estirando suavemente los músculos. Coma una dieta rica en nutrientes con muchos electrolitos, particularmente potasio, sodio y magnesio. Lleve consigo un refrigerio salado en recorridos largos para reemplazar el sodio perdido, un electrolito involucrado en la contracción muscular. Toma un multivitamínico diariamente. Evite correr si los isquiotibiales están fatigados o adoloridos, y manténgase en forma mientras corre para evitar el esfuerzo excesivo. Hable con su médico sobre cualquier medicamento que esté tomando para verificar que los calambres musculares no sean un efecto secundario. Si toma medidas preventivas y aún siente músculos tensos mientras corre, consulte a un médico.