El temblor muscular relacionado con el ejercicio puede sucederle a cualquiera, sin importar su nivel de condición física, edad o sexo. Puede ser causado por una variedad de factores y malas elecciones. Debido a que a veces puede indicar una afección subyacente más grave, es importante comprender por qué pueden producirse sacudidas musculares durante el ejercicio y cómo pueden tratarse.
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Los músculos tiemblan durante el ejercicio intenso debido a la fatiga mientras empujas tu cuerpo durante un entrenamiento. La deshidratación y el bajo nivel de azúcar en la sangre también pueden causar o aumentar el riesgo de temblores musculares.
Síntomas del temblor muscular
Sacudir los músculos durante el ejercicio puede variar desde un temblor leve hasta temblores extremos. Cualquier músculo del cuerpo puede verse afectado, incluidas las piernas, los abdominales y los brazos. Los temblores pueden ser incontrolables y pueden ocurrir cuando te esfuerzas los músculos o incluso mientras están en reposo.
Los síntomas adicionales pueden incluir cansancio, calambres musculares y una disminución en el rendimiento muscular. Sus músculos incluso pueden ceder si el temblor es severo, lo que hace que se derrumbe.
¿Qué causa los temblores musculares?
El temblor relacionado con el ejercicio ocurre cuando los músculos se acortan y alargan naturalmente con la actividad física. Estas contracciones normalmente ocurren sin problemas, pero durante el ejercicio, algunos músculos pueden fatigarse y causar temblores y temblores.
Aunque esta acción de sacudida se volverá menos notable a medida que sus músculos se fortalezcan y puedan sostener el ejercicio por más tiempo, puede desarrollarse si sus músculos no están acostumbrados al tipo de ejercicio que está realizando, si aumenta la intensidad del ejercicio o si hace ejercicio por un tiempo mucho tiempo sin tomar descansos adecuados y mantener una hidratación adecuada.
Su cuerpo también libera subproductos metabólicos, como el ácido láctico, cuando hace ejercicio que puede causar temblores y fatiga. Si el ácido láctico se acumula y su cuerpo no puede eliminarlo lo suficientemente rápido, puede provocar acidosis láctica, lo que puede causar calambres musculares y una sensación de ardor. Esto se resolverá rápidamente con descanso.
La nutrición inadecuada, la hipoglucemia o el bajo nivel de azúcar en la sangre y la falta de hidratación también pueden provocar temblores.
Tratamiento del temblor muscular relacionado con el ejercicio
Disminuya la intensidad de su entrenamiento y tome descansos según sea necesario. La investigación publicada en 2016 en la revista Experimental Physiology sugiere descansar durante dos o tres minutos entre series de ejercicios.
Manténgase hidratado antes, durante y después de su entrenamiento. Deténgase y beba un vaso de agua o coma un refrigerio rico en carbohidratos si sospecha temblores debido a la deshidratación o la mala nutrición o el bajo nivel de azúcar en la sangre.
Cómo prevenir el temblor muscular
Breaking Muscle recomienda moverse mientras descansa entre ejercicios o series. Por ejemplo, camine o cambie a un grupo muscular diferente en lugar de sentarse. Esto ayudará a que sus músculos se recuperen más fácilmente del ejercicio intenso. Esto puede ayudar a que el oxígeno circule en su sistema y reducir la concentración de ácido láctico y disminuir la fatiga.
Refrésquese disminuyendo gradualmente su actividad y permitiendo que su ritmo cardíaco regrese lentamente a la normalidad durante un período de cinco minutos. Esto ayudará a eliminar los subproductos metabólicos de la sangre y los músculos, lo que ayudará a reducir el temblor y la fatiga.
Cuándo buscar atención médica
Consulte a un médico si el temblor es severo o persiste mucho después del ejercicio. Podría ser un síntoma de una afección médica subyacente, como la enfermedad de Parkinson o un temblor esencial. Según MedLinePlus, estos temblores pueden ser causados por afecciones subyacentes graves, como tumor cerebral, esclerosis múltiple, tiroides hiperactiva o accidente cerebrovascular.