El calentamiento global ha golpeado nuevamente. No solo está elevando los niveles del océano y convirtiendo la temporada de otoño a fines del verano, sino que también está jugando con la producción de una de las bebidas más deliciosas del mundo: el vino. Como si ya no tuviéramos suficiente de qué preocuparnos.
Según las últimas estadísticas publicadas por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), la producción mundial de vino caerá un 5 por ciento en 2016 en comparación con 2015.
Si bien eso puede no parecer una gran disminución, Mic.com explica que esto haría que 2016 sea uno de los años de producción más bajos en dos décadas, salvo en 2012, cuando la misma disminución de producción del 5 por ciento resultó en una enorme oferta de 300 millones de barriles. al mercado global. Tres. Cien. Millón.
Mic.com informa que las áreas que han experimentado el mayor descenso en la producción desde 2015 se encuentran en América del Sur, debido a las condiciones climáticas extremas y un patrón "super el Niño". ¡Malas noticias para los fanáticos del malbec!
Con países como Argentina, Chile y Brasil experimentando una disminución de la producción del 21 al 50 por ciento, recordamos cuánto puede afectar el cambio climático a la cosecha.
Los cambios climáticos drásticos significan que ciertas regiones vitivinícolas podrían llegar a ser demasiado calientes para producir uvas para el vino. Por lo tanto, puede ser una buena idea abastecerse de sus botellas favoritas de vinos sudamericanos mientras pueda.
Pero no son malas noticias en todo el mundo. Mientras que algunos países sienten los efectos negativos del calentamiento global en su producción de vino, lugares como Nueva Zelanda y Australia están experimentando un sorprendente crecimiento del 5 por ciento en la producción.
En cuanto a la antigua pregunta de si el vino es bueno, el jurado aún está fuera. De hecho, todavía causa controversia dentro de la comunidad médica. El vínculo entre el alcohol y el cáncer está bastante bien probado, señala un artículo reciente en Wired, y la Organización Mundial de la Salud clasifica al alcohol junto con la luz solar como un carcinógeno del Grupo 1. Sin embargo, muchos expertos señalan el hecho de que el consumo moderado de vino es clave en una dieta mediterránea saludable para el corazón, además el resveratrol del vino tinto es un antiinflamatorio comprobado.
¿Qué piensas?
¿Eres un bebedor de vino? ¿Lo bebes por los beneficios para la salud? ¿Qué vino extrañarías más? ¡Háganos saber en los comentarios!