Cuando realizas ejercicios abdominales, esperas que tus abdominales estén adoloridos por el entrenamiento. Este tipo de molestia es un recordatorio suave de que has desafiado a tus músculos a responder. Algunas personas sienten dolor en la zona lumbar o pélvica después de participar en ejercicios de fortalecimiento del núcleo. Este tipo de dolor se puede evitar con el uso de algunas técnicas de entrenamiento. Si un ajuste de forma no cambia la incomodidad, su dolor puede ser una señal de que es hora de ver a un médico.
Conexión pélvica
Su pelvis conecta la mitad superior de su cuerpo, incluida su columna vertebral, con la mitad inferior de su cuerpo. Ayuda en los movimientos de todo el cuerpo, como caminar, sentarse y pararse. Para que su pelvis funcione correctamente, se apoya en los ligamentos y tendones circundantes. Si sus ligamentos no sostienen su pelvis y los músculos pélvicos están débiles, puede sentir dolor durante los ejercicios abdominales. Este debilitamiento del ligamento puede ocurrir después del parto, o de un accidente o lesión de la pelvis.
Crear un equilibrio
El área de la zona lumbar es susceptible al dolor. Un desequilibrio muscular, como si los músculos abdominales son más fuertes que la espalda, pueden tirar de la columna vertebral. A medida que su columna se esfuerza por mantener su postura, esta presión adicional puede provocar fatiga en los músculos de la espalda baja. Durante los ejercicios abdominales, la parte baja de la espalda puede sentir dolor. Esto se debe en parte a que sus músculos intentan controlar la fase de descenso de una sentada y no le permiten caer rápidamente al piso.
Flexiona tus caderas
Las sentadillas usan los músculos flexores de la cadera para realizar el movimiento. Los flexores de la cadera se unen entre las caderas y la parte delantera de la columna vertebral inferior. Cuando estos flexores de la cadera se fortalecen repetidamente y se tensan, pueden tirar de la pelvis y crear una inclinación hacia adelante en la zona lumbar. Esto puede provocar dolor. El tipo de superficie del piso es otra posible causa de dolor lumbar durante una sentada. Si practicas sentadillas en el piso de madera dura, es probable que la parte inferior de tu espalda sienta molestias.
Opciones
Una sentada puede modificarse con el uso de una pelota de estabilidad o ejercicio. Esta gran bola inflada proporcionará una superficie cómoda y sostendrá su columna durante un enrollamiento tradicional del tronco. Usar una bola de estabilidad también recluta glúteos y caderas para brindar apoyo a una pelvis debilitada. Otra opción es una tabla, o la posición superior en una flexión. Se puede sostener una tabla por un conteo de 10 y también fortalecerá los músculos abdominales sin poner en peligro la parte inferior de la espalda o solicitar movimientos en la pelvis. Los Kegel son el ejercicio más efectivo para fortalecer el piso pélvico. Estos implican un ajuste consciente y la liberación de los músculos que rodean el recto. Puede apretar su piso pélvico durante los entrenamientos abdominales para proporcionar apoyo adicional.
Consejo del doctor
Si su dolor pélvico persiste, busque el consejo de su médico. El dolor pélvico puede ser un signo de problemas de endometriosis, fibromas o próstata. Otras razones para el dolor pélvico incluyen el síndrome del intestino irritable, problemas urinarios o inflamación simple de la pelvis debido a la actividad. Estas son todas las preocupaciones tratables, por lo que no hay necesidad de sufrir las molestias.