Si bien el dolor que siente después de beber leche puede parecerse a algunos de los asociados con la intolerancia a la lactosa, el malestar en esta afección casi siempre es gastrointestinal. Con una intolerancia a la lactosa, beber leche a menudo provoca náuseas, diarrea, gases, hinchazón y calambres abdominales. Por lo general, no produce dolor de vejiga o riñón. Más bien, este dolor puede indicar cistitis intersticial. Asegúrese de hablar con su médico para ayudar a determinar la causa exacta de sus síntomas.
Cistitis intersticial
La cistitis intersticial es una afección inflamatoria de la vejiga. Aunque no se comprende bien, los investigadores creen que la afección se debe al deterioro del epitelio, que es el revestimiento protector de la vejiga. A medida que se daña el epitelio, las toxinas en la orina pueden escapar e irritar la pared de la vejiga. La irritación finalmente conduce a la inflamación, lo que provoca síntomas de la afección, como vejiga y dolor pélvico.
Desarrollo
Existen muchas teorías para explicar qué provoca el colapso del epitelio. Algunos profesionales médicos creen que una infección previa de la vejiga o del tracto urinario inicia el colapso, mientras que otros lo relacionan con deficiencias de glucoaminoglicano, una proteína que recubre el epitelio y lo protege de las toxinas. Incluso puede ser el resultado de un defecto en el epitelio o una enfermedad autoinmune que hace que el cuerpo ataque las células sanas. Independientemente del culpable, no se ha encontrado ninguna cura para devolver el epitelio a su estado saludable normal una vez que se presenta la afección.
Lechería
El papel que juega la leche en este trastorno es interesante. Aunque su dieta no conduce a la cistitis intersticial, puede desencadenar sus síntomas. Según la Facultad de Medicina Leonard M. Miller de la Universidad de Miami, los lácteos pueden ser problemáticos para las personas con esta afección. Parece que la leche, el yogur y la crema agria, entre otros productos lácteos, pueden irritar la vejiga, causando dolor en la vejiga y la pelvis, así como micción más frecuente y urgente.
Cambios en la dieta
El tratamiento a menudo comienza con la eliminación de alimentos que irritan la vejiga. Además de los productos lácteos, es posible que también deba limitar o eliminar la cafeína, los cítricos y las bebidas carbonatadas. Los alimentos ricos en vitamina C también pueden ser problemáticos. También se sabe que otros alimentos irritan la vejiga, por lo que es probable que no sufra síntomas solo por la leche; tomates, cebollas, especias, nueces, centeno, albaricoques, carnes curadas y alimentos en escabeche pueden desencadenar síntomas.
Tratamiento médico
Junto con los cambios en la dieta, es probable que su médico le recete un medicamento que pueda ayudarlo a controlar sus síntomas. El ibuprofeno, el naproxeno, los antihistamínicos y el pentosano son solo algunas de las opciones. La estimulación nerviosa y ciertos procedimientos quirúrgicos también pueden ser beneficiosos. Discuta sus opciones de tratamiento con su médico.