Muchos clubes de salud y gimnasios ofrecen saunas para ayudar a los miembros a relajarse y descansar después de hacer ejercicio. El calor seco de una sauna ofrece muchos beneficios para la salud cuando se usa de manera segura, pero también puede causar daños graves.
Siempre que tome las precauciones adecuadas y se mantenga hidratado, usar una sauna después de un entrenamiento puede ser seguro y relajante.
Propina
Usar una sauna después de un entrenamiento puede ser relajante. Sin embargo, tome las precauciones adecuadas y tenga en cuenta los riesgos para la salud antes de usar una sauna.
¿Qué tan caliente es?
Una sauna típica se calienta a una temperatura de 90 grados Fahrenheit al nivel del pie y 185 grados en la parte superior de la habitación, según Harvard Health. Es un calor seco con niveles de humedad que oscilan alrededor del 10 al 20 por ciento.
Dependiendo de la reputación de la sauna, el aire circula de tres a ocho veces por hora. La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Wisconsin dice que realizar ejercicio y usar una sauna después puede ayudarlo a relajarse y aliviar los músculos adoloridos de su entrenamiento.
Mito de la pérdida de peso
Una creencia común sobre las saunas es que sentarse en ellas lo ayudará a perder peso. Si bien puede parecer lógico que elevar la temperatura corporal pueda derretir la grasa, no es el caso.
La deshidratación es un riesgo
En una sauna, su cuerpo suda como una forma de enfriarse y mantener una temperatura central estable. Cuanto más tiempo permanezca en una sauna, más agua perderá. Si ya ha estado sudando de su entrenamiento, una sauna puede hacer que se deshidrate rápidamente. A medida que pierde agua por la sudoración, sus vasos sanguíneos se dilatan y su presión arterial baja.
Después de un tiempo, su cuerpo ya no puede enfriarse adecuadamente y su temperatura interna comenzará a aumentar. Según la Sociedad de Sauna de América del Norte, algunos atletas han usado una sauna para perder peso rápidamente a través de la sudoración, lo que ha provocado un golpe de calor en algunos y desafortunadas muertes cardíacas repentinas en otros.
Cómo estar seguro
Beba mucha agua después de hacer ejercicio y antes de entrar en la sauna para evitar la deshidratación. Déle tiempo a su cuerpo para que se enfríe de su entrenamiento antes de ingresar, y pase 15 minutos como máximo en el calor.
Salga de inmediato si comienza a sentirse mareado o con náuseas, y solo use la sauna con otras personas presentes en caso de que se sobrecaliente y necesite ayuda. Si usa una sauna pública, use zapatos de baño y traiga una toalla para evitar la exposición a la infección por hongos.
En una revisión de los beneficios para la salud del baño de sauna, Mayo Clinic determinó que tener una sauna puede ser beneficioso para las personas con enfermedad cardiovascular estable.
Sin embargo, las personas que están embarazadas, padecen enfermedades cardíacas, hipertensión no controlada o epilepsia o que están tomando antibióticos, estimulantes o tranquilizantes no deben usar una sauna a menos que obtengan la autorización de su médico. Y en ningún momento es aconsejable usar una sauna bajo la influencia del alcohol.