La glucosa es un azúcar que sirve como fuente de energía primaria para su cuerpo. También proporciona combustible para una actividad óptima del cerebro y del sistema nervioso, lo que puede ayudar a apoyar funciones cognitivas como el aprendizaje y la memoria. El cuerpo humano almacena glucosa en varias formas para cumplir con los requisitos de energía inmediatos y futuros.
Fuentes
La glucosa no está presente en las fuentes de alimentos. En cambio, su cuerpo convierte los carbohidratos de los alimentos en glucosa con la ayuda de la amilasa, una enzima producida por las glándulas salivales y el páncreas. Los carbohidratos se encuentran en todos los alimentos de origen vegetal: los granos y las verduras con almidón, como el maíz y las papas, son particularmente abundantes en carbohidratos. Frijoles, verduras, semillas, frutas y nueces también suministran carbohidratos. Los productos lácteos son los únicos alimentos de origen animal que contienen este nutriente.
Glucógeno
A medida que su cuerpo descompone los carbohidratos en glucosa, lo envía al torrente sanguíneo para suministrar a las células de su cuerpo combustible para obtener energía. La insulina, que es producida por el páncreas, ayuda en la transferencia de glucosa a través de las paredes celulares. La glucosa no utilizada se convierte en glucógeno mediante un proceso químico llamado glucogénesis, y se almacena en los tejidos musculares y el hígado. El glucógeno sirve como fuente de combustible de respaldo cuando bajan los niveles de glucosa en sangre.
Grasas
Su hígado y músculos solo pueden almacenar una cantidad limitada de glucógeno. Si su torrente sanguíneo contiene más glucosa de la que su cuerpo puede almacenar como glucógeno, su cuerpo almacena el exceso de glucosa como células grasas. Al igual que el glucógeno, la grasa se almacena para energía futura; sin embargo, el almacenamiento de glucosa como grasa puede contribuir al aumento de peso y la obesidad. La obesidad es un factor de riesgo para la diabetes y las enfermedades cardíacas, y puede aumentar la tensión en los huesos y las articulaciones.
Hiperglucemia
Su cuerpo debe almacenar glucosa en su torrente sanguíneo antes de convertirla y almacenarla como glucógeno o grasa. El exceso de glucosa en el torrente sanguíneo, denominado médicamente hiperglucemia, puede causar varios síntomas, como falta de coordinación, letargo, mareos, dolores de cabeza y desmayos. Los niveles crónicos altos de glucosa en la sangre también pueden ser tóxicos para el hígado y aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.