Aproximadamente el 17 por ciento de los estadounidenses adultos tienen colesterol alto, informan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Si se encuentra entre ellos, enfrenta un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular que aquellos con niveles saludables de colesterol. Su lipoproteína de baja densidad, el colesterol LDL, aumenta más el riesgo de estas afecciones; Conocer la diferencia entre niveles saludables y no saludables ofrece una mejor línea de defensa para su corazón.
Colesterol LDL saludable
Sus niveles de colesterol LDL tienen cinco categorías: óptimo, casi óptimo, límite alto, alto y muy alto. Una medición de 130 a 159 miligramos por decilitro lo ubica en el rango de límite alto, un área que puede representar un riesgo para la salud dependiendo de la cantidad de factores de riesgo que tenga para la enfermedad cardíaca además de su nivel de colesterol. Su médico toma todo esto en consideración antes de determinar cómo tratar su condición.
Factores de riesgo
Además del colesterol alto, ser obeso, vivir un estilo de vida inactivo y fumar aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. Los antecedentes familiares de enfermedad cardíaca son otro factor, junto con afecciones médicas como diabetes y presión arterial alta.
Determinando el tratamiento
Aunque un nivel de LDL de 158 miligramos por decilitro es límite, esto puede ser más peligroso para algunas personas que para otras. En la mayoría de los casos, su médico elige tratar primero con cambios en la dieta y el estilo de vida. Si tiene una enfermedad cardíaca y un nivel de LDL de 130 miligramos por decilitro o más, el tratamiento con medicamentos puede ser necesario incluso después de los cambios en el estilo de vida. La medicación generalmente es una opción si tiene dos o más factores de riesgo de enfermedad cardíaca junto con un nivel de colesterol de 160 miligramos por decilitro o más, según la American Heart Association.
Cambios en la dieta y estilo de vida
Los cambios en la dieta y el estilo de vida incluyen perder peso, comer menos grasas saturadas y grasas trans y aumentar la fibra dietética. La obesidad es un factor de riesgo común para el colesterol alto; uno suele acompañar al otro. Solicite la ayuda de un dietista para garantizar el plan de alimentación más saludable posible. Las grasas saturadas, como la carne roja, los productos lácteos enteros, las yemas de huevo y el aceite vegetal afectan negativamente el colesterol LDL. Limite su consumo a menos del 7 por ciento de sus calorías diarias, recomienda la Clínica Cleveland. Las grasas trans se encuentran en productos horneados y bocadillos. Estos son peores para usted que las grasas saturadas y deben eliminarse por completo. Los alimentos ricos en fibra como la avena, las verduras, las frutas, las lentejas, las legumbres y los granos integrales ayudan a reducir el LDL al absorberlo en los intestinos y eliminarlo del cuerpo. Aumentar la cantidad de ejercicio que hace cada día disminuye su colesterol y fortalece su corazón. Participe en un mínimo de 30 minutos cada día.
Estatinas
Los médicos comúnmente recetan estatinas para reducir el colesterol LDL. El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre explica que los pacientes, en promedio, reducen su colesterol entre un 20 y un 60 por ciento cuando toman estos medicamentos. Por lo general, estos medicamentos tardan entre cuatro y seis semanas en surtir efecto. Su médico puede agregar un secuestrante de ácido biliar para aumentar la efectividad de su estatina. Estos dos medicamentos combinados pueden resultar en una disminución de más del 40 por ciento de su LDL.
