Los efectos del exceso de dióxido de carbono en la sangre.

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Anonim

El dióxido de carbono (CO2) es un gas que siempre está presente en la sangre. Es el producto de desecho generado a medida que su cuerpo usa oxígeno, y se expulsa de los pulmones cuando exhala. A niveles normales, su presencia no tiene efectos adversos medibles en usted, pero si su respiración se ve comprometida o está expuesto a grandes cantidades de este gas, puede experimentar una amplia gama de efectos secundarios, algunos de los cuales incluyen lesiones permanentes y la muerte.

El exceso de CO2 puede afectarlo como una obstrucción física a la respiración.

Efectos respiratorios

El dióxido de carbono se conoce como asfixiante, que es una sustancia que se une con la sangre en lugar de oxígeno. El sitio web eMedMag.com señala que, si bien la mayoría de los asfixiantes simples no tienen ninguna toxicidad inherente, los casos de intoxicación por CO2 se han relacionado con daños en el sistema nervioso central y deterioro permanente de las funciones respiratorias. Debido a estos hallazgos, el CO2 se considera no solo un asfixiante simple, sino también un gas con efectos sistémicos agudos.

Efectos cardiovasculares

Si su sangre se satura con demasiado CO2, desarrolla la condición conocida como hipercapnia. Los niveles elevados de CO2 también afectan el nivel de pH de su sangre, volviéndola más ácida. Esta condición se llama acidemia y, si se prolonga, causa acidosis, que es una lesión de las células del cuerpo por un aumento de la acidez que conduce a funciones vacilantes del corazón. Algunos posibles resultados de esta interferencia con su corazón incluyen presión arterial baja y arritmia cardíaca.

Daño en el nervio

HealthNewsFlash.com detalla los niveles de daño que su sistema nervioso central puede experimentar como resultado de una alta acidez. Estas afecciones son el resultado de un daño nervioso temporal o permanente provocado por la acidemia e incluyen delirio, alucinaciones, convulsiones, insuficiencia respiratoria, coma o muerte.

Asfixia

Como asfixiante, el dióxido de carbono desplaza el oxígeno respirable y perjudica el intercambio de gases pulmonares. Si bien la asfixia se asocia comúnmente con la asfixia de un objeto físico o el ahogamiento, puede asfixiarse con CO2 sin ninguna anormalidad visible u obstrucción de su respiración. Si el contenido de oxígeno del aire que respira es insuficiente, se asfixia lentamente debido al agotamiento selectivo del oxígeno hasta que experimente daños permanentes o la muerte.

Los efectos del exceso de dióxido de carbono en la sangre.