El glutatión es un poderoso antioxidante creado por sus células para combatir los radicales libres destructivos. El glutatión ayuda a crear linfocitos, las células de su sistema inmunitario, que mantienen fuertes las defensas de su cuerpo y producen anticuerpos. Aunque hay suplementos de glutatión disponibles, es posible que su cuerpo no los absorba muy bien. Para aumentar sus niveles de glutatión, desea aumentar su consumo dietético de glutatión y de los precursores del glutatión: los aminoácidos glicina, glutamato y cisteína. De estos tres, la cisteína es la más importante y la más difícil de obtener de la dieta estadounidense estándar.
Paso 1
Coma alimentos ricos en vitamina C, que contienen algo de glutatión, pero ayudarán a su cuerpo a fabricar más. Coma estos alimentos crudos, ya que cocinar destruye el glutatión. 100 g de toronja cruda tienen 70 mg de glutatión, mientras que la toronja cocida no tiene ninguno. Los tomates cocidos tampoco tienen glutatión, pero 100 g de tomates crudos tienen 166 mg. Puede optar por tomar un suplemento de vitamina C, que puede aumentar los niveles de glutatión en la sangre en un 50 por ciento en personas sanas.
Paso 2
Aumente su consumo de melatonina. La melatonina aumenta los niveles de glutatión en los tejidos de los músculos, el cerebro y el hígado. Coma cerezas agrias, que contienen cantidades significativas de melatonina.
Paso 3
Toma suplementos de cardo mariano. Crédito: SergeyChayko / iStock / Getty ImagesToma un suplemento herbal. El cardo mariano, también conocido como silimarina, puede ayudar al hígado a regenerar las células y a curarse. El hígado tiene la mayor concentración de glutatión porque es el principal órgano de desintoxicación.
Etapa 4
Coma alimentos ricos en cisteína, como las yemas de huevo, las aves de corral, el yogur, los pimientos rojos, la avena y el germen de trigo. Otros alimentos beneficiosos incluyen espárragos, aguacate y nueces.
Propina
La ingesta dietética de glutatión podría ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer.
Advertencia
Limite su exposición a toxinas como el alcohol, la nicotina, los productos químicos y los solventes, que agotan el suministro de glutatión del cuerpo.