Una de las razones más comunes que las personas dan para no hacer ejercicio es simplemente no tener energía para hacer ejercicio. Las posibles causas de esto incluyen cansancio genuino, disgusto en el ejercicio, falta de motivación, hacer demasiado demasiado pronto o incluso una condición de salud subyacente que requiere atención médica.
Antes de comenzar cualquier nuevo programa de ejercicios, haga una cita para un examen médico completo para descartar este último como una causa. Una vez que reciba la luz verde de su médico, depende de usted encontrar el tiempo y la energía para hacer ejercicio.
¡Sal y muévete!
No tengas miedo de explorar algo nuevo. Prueba una clase de danza, artes marciales o yoga. Regístrese para una clase de kayak o escalada en roca. Obligarse a seguir una rutina de ejercicios que le disgusta o teme generalmente es inútil. Encontrar una forma divertida de mover tu cuerpo es más probable que te haga sentir con energía después de hacer ejercicio y ansioso por más.
Combate tu patata de sofá interior
A veces, una falta percibida de energía para hacer ejercicio realmente está ocultando la falta de voluntad para levantarse e irse. Si esto le suena familiar, intente reducir sus expectativas respecto al ejercicio.
Tal vez su falta de motivación sea solo una respuesta natural a sentirse abrumado por objetivos de ejercicio demasiado grandes. En lugar de obligarse a caminar durante una hora, comience estirando o saltando la cuerda durante cinco minutos durante los comerciales de televisión, tres veces por noche.
Esto no solo ayuda a que regrese por más, sino que también disminuye la somnolencia extrema durante el ejercicio. Aumente gradualmente la cantidad de veces que hace ejercicio y la cantidad de tiempo que pasa. Si es un tipo de persona organizada, intente programar su ejercicio como lo haría con cualquier cita importante.
Aproveche su fuerza de voluntad
Tener la motivación adecuada para hacer ejercicio puede hacerte sentir como si tuvieras suficiente energía para hacer ejercicio. Las preocupaciones sobre el envejecimiento y la salud estimulan a muchas personas a hacer ejercicio, pero no debes esperar a que ocurran para comenzar.
Es probable que la motivación aumente si tiene la actitud de que estar en forma y más saludable lo ayudará a alcanzar objetivos personales particulares, como ponerse la ropa que llevaba hace cinco años o correr un maratón. También puede encontrar la energía para hacer ejercicio si participa en actividades que disfruta.
Aumenta la química de tu cuerpo
Los científicos saben todo sobre el vínculo entre el ejercicio y la producción de hormonas llamadas endorfinas; Estos tienen el apodo familiar de las hormonas "sentirse bien" debido a sus propiedades de elevación del estado de ánimo.
Las endorfinas ayudan a reducir el estrés, mejoran el enfoque y la concentración, y ayudan a aliviar el dolor al proporcionar un efecto analgésico. Si cree que sentirse bien le da energía para hacer ejercicio y que levantar el ánimo eleva su nivel de energía, entonces esta es otra forma en que el ejercicio en sí mismo puede aumentar el deseo de hacer ejercicio.
Considere una renovación dietética
Ciertos factores fisiológicos que afectan los niveles de energía de las personas los cansan después de las sesiones de entrenamiento. Cosas como el metabolismo y los rasgos genéticos son difíciles o imposibles de cambiar. Sin embargo, puede modificar su dieta para darle más energía para hacer ejercicio.
Los carbohidratos son alimentos productores de energía. Si bien los azúcares refinados solo producen energía rápida, comer alimentos ricos en carbohidratos tanto antes como después del ejercicio puede ayudar a promover los niveles de energía. Los cereales integrales, pastas, panes y galletas proporcionan fuentes saludables de carbohidratos para una energía sostenida, al igual que la mayoría de las frutas y verduras.