El GABA, o ácido gamma aminobutírico, es un aminoácido natural que ayuda a facilitar el funcionamiento normal del sistema nervioso central, el centro de control para una serie de funciones cotidianas normales. Los médicos comúnmente recetan suplementos de GABA para pacientes que presentan síntomas de deficiencia. Dichos pacientes incluyen niños, que reciben GABA, aunque a dosis reducidas, para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, o TDAH, y otros trastornos del sistema nervioso.
Combate el TDAH
GABA actúa como una fuerza moderadora dentro del sistema nervioso, inhibiendo la actividad neuronal excitada que puede ser estimulada por una variedad de estresores mentales y / o fisiológicos. En un artículo que apareció en la edición de septiembre de 2010 de "Better Nutrition", el Dr. Michael T. Murray informa que múltiples estudios indican que mejorar la actividad de GABA en los niños puede ayudar a tratar el TDAH, al tiempo que promueve una función cerebral mejorada y una salud mental óptima.
Murray cita en particular un estudio realizado en la Escuela de Medicina de la Universidad Kyorin de Japón. Los investigadores reunieron a 60 estudiantes de sexto grado y los dividieron en dos grupos. Un grupo recibió dosis diarias de 100 mg de un suplemento de GABA, mientras que el otro recibió un placebo. Al final del período de prueba, los estudiantes de ambos grupos tomaron exámenes de matemáticas y también fueron evaluados para detectar signos de estrés. Los estudiantes que recibieron GABA respondieron correctamente un 20 por ciento más a menudo que aquellos que recibieron el placebo y mostraron menos síntomas de estrés. Los investigadores concluyeron que la suplementación con GABA ayudó a los niños a concentrarse mentalmente y a lidiar con el estrés de rutina de manera más efectiva.
Enlaces al autismo
Los investigadores en Minneapolis investigaron la relación entre el desarrollo del autismo y la disfunción en la forma en que el cerebro maneja el GABA. En los hallazgos publicados en la edición de febrero de 2009 del "Journal of Autism and Developmental Disorders", los investigadores explican que los receptores GABA del cerebro son responsables de inhibir la actividad cerebral anormalmente rápida. Estos mismos receptores son también los sitios afectados por la acción clínica de medicamentos como las benzodiacepinas, anestésicos y barbitúricos. Afirman que su estudio fue el primero en demostrar cambios sistemáticos en el manejo de GABA por receptores en la corteza frontal superior, la corteza parietal y el cerebelo del cerebro en sujetos con autismo.
Niveles y convulsiones de GABA
Los niveles óptimos y el funcionamiento adecuado de GABA ayudan a prevenir las convulsiones, tanto las relacionadas con la fiebre como las relacionadas con la epilepsia. Aunque su mecanismo de acción preciso no se entiende completamente, la gabapentina, un anticonvulsivo ampliamente recetado, optimiza la utilización del cerebro de GABA, según Epilepsy.com.
Dos investigadores del Brain Research Institute de la UCLA investigaron la relación entre las interrupciones en la señalización de GABA y enfermedades neurodegenerativas como la epilepsia del lóbulo temporal, la enfermedad de Huntington y la enfermedad de Parkinson. Sofie R. Kleppner y Allan J. Tobin descubrieron que a pesar de las diferencias individuales, cada uno de estos trastornos está relacionado con alguna forma de interrupción en la neurotransmisión GABA normal. Si bien las convulsiones epilépticas provienen del exceso de excitación neural, posiblemente atribuible a la disfunción del circuito inhibidor local, tanto la enfermedad de Parkinson como la de Huntington interfieren con la función normal de las neuronas GABAérgicas. En sus hallazgos, publicados en la edición de abril de 2001 de la "Opinión de expertos sobre objetivos terapéuticos", Kleppner y Tobin solicitan investigación sobre medicamentos y dispositivos adicionales para facilitar la síntesis, liberación y unión de GABA.