Cuando una mujer en edad fértil no menstrúa durante tres meses o más, tiene una afección llamada amenorrea secundaria. Este cambio menstrual tiene una variedad de posibles causas subyacentes naturales y anormales. Si bien el alto consumo de proteínas conlleva algunos riesgos, no desencadenará la aparición de amenorrea.
Los basicos
La amenorrea no es un trastorno médico separado, según el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano. En cambio, indica la presencia de otros trastornos o situaciones específicos. Además del cese de la menstruación, los posibles síntomas de amenorrea secundaria incluyen problemas de visión, náuseas, sed extrema, dolores de cabeza, piel oscura, senos hinchados y un agrandamiento visible de la glándula tiroides llamado bocio. Otra forma de amenorrea, llamada amenorrea primaria, ocurre en las adolescentes y se caracteriza por la falta de inicio de la menstruación a los 16 años. Sus síntomas potenciales incluyen dolores de cabeza, acné, problemas de visión, crecimiento extremo del cabello y anormalidades en la presión arterial.
Causas de amenorrea
Mayo Clinic enumera las posibles causas de amenorrea relacionadas con el estilo de vida que incluyen bajo peso corporal, participación en cantidades excesivas de ejercicio y estrés. Las posibles causas de amenorrea relacionadas con las hormonas incluyen disfunción de la glándula tiroides, síndrome de ovario poliquístico, menopausia prematura y tumores de la glándula pituitaria. Los medicamentos que pueden detener la menstruación normal incluyen antidepresivos, antipsicóticos, medicamentos de quimioterapia y antihipertensivos. Los problemas estructurales asociados con la amenorrea incluyen anormalidades vaginales, cicatrices en el útero y desarrollo inadecuado de los órganos reproductivos. Varias formas de control de la natalidad también pueden desencadenar la aparición de amenorrea, incluidas las píldoras anticonceptivas, los dispositivos intrauterinos y los dispositivos implantados. Las causas naturales de la interrupción de la menstruación incluyen el embarazo, la lactancia y la menopausia.
Alto consumo de proteínas
La Universidad de California en Los Ángeles informa que las personas pueden usar un máximo de aproximadamente 0.9 g de proteína por libra de peso corporal en un día determinado. Si come más de 1 g por libra de peso corporal, puede degradar potencialmente la función de sus riñones al aumentar la cantidad de materiales de desecho que deben procesar y excretar en la orina. Las personas con problemas renales preexistentes tienen un riesgo específico para estos problemas relacionados con las proteínas. Otros problemas potenciales asociados con el consumo alto o excesivo de proteínas incluyen la deshidratación y la disminución del consumo de nutrientes que se encuentran en los alimentos a base de carbohidratos. Si obtiene proteínas de fuentes animales, las posibles preocupaciones adicionales incluyen una mayor ingesta de grasas saturadas, altos niveles sanguíneos de colesterol dañino y la pérdida de calcio que normalmente se almacena en los huesos.
Consideraciones
Varios factores pueden aumentar sus riesgos de aparición de amenorrea primaria o secundaria, que incluyen cantidades altas o excesivas de entrenamiento atlético, antecedentes familiares de interrupción de la menstruación y la presencia de trastornos alimentarios como la bulimia o la anorexia. Otra forma de interrupción menstrual, llamada oligomenorrea, da como resultado períodos poco frecuentes u ocasionales en lugar de interrupciones de la menstruación. El tratamiento para la amenorrea depende de sus causas subyacentes y puede incluir cambios en el estilo de vida, uso de píldoras anticonceptivas, medicamentos y cirugía. Consulte a su médico para obtener más información sobre las interrupciones de la menstruación y las posibles consecuencias del consumo alto o excesivo de proteínas.