El ciclismo es una actividad aeróbica que tiene muchos beneficios, como ayudar a perder peso, ayudar a bajar la presión arterial y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y ciertos tipos de cáncer. A diferencia de correr, que es una actividad que soporta peso, el ciclismo es de bajo impacto y suave en las articulaciones, especialmente las rodillas. Sin embargo, los ciclistas aún son propensos a sufrir lesiones, y muchos resultan de la naturaleza repetitiva del deporte. Una de esas lesiones es la tendinitis peronea.
Tendones peroneos
Hay dos tendones peroneos, el peroneo corto y el peroneo largo, que corren junto al hueso grande en la parte externa del tobillo. Corren uno al lado del otro, y uno se adhiere a la parte externa del medio pie. El otro se adhiere cerca del arco y corre debajo del pie. Estos tendones, o bandas de tejido que conectan los músculos con los huesos, trabajan para proteger el tobillo de un esguince al estabilizar el pie y el tobillo. Una tendinitis ocurre cuando uno o ambos tendones se irritan e inflaman.
Causas
Las causas más comunes de tendinitis peronea son el uso excesivo y los esguinces musculares. La condición es común en los corredores, que son propensos a torcerse el tobillo en caminos irregulares u obstáculos, y otros deportes como el tenis, el fútbol y el baloncesto. La lesión también puede afectar a los ciclistas. Las personas con pies en posición supina, o arcos altos, tienen más probabilidades de estresar los tendones peroneos y causar inflamación durante los miles de golpes repetitivos del pedal que realizan en el transcurso de un paseo en bicicleta.
Síntomas
Esta lesión puede ser causada por un trauma agudo o puede desarrollarse con el tiempo, que suele ser el caso de un ciclista. Los síntomas a menudo incluyen dolor, hinchazón en el área y, a menudo, el área alrededor del tobillo está caliente al tacto. El tendón puede sentir que está ardiendo, y la lesión a menudo se acompaña de rigidez y una incapacidad para estirar el área sin dolor.
Tratamiento y Prevención
Es importante dejar el ejercicio que causa el dolor lo antes posible o la lesión podría provocar inflamación crónica y daño al tendón. Trátelo con hielo, compresión, analgésicos antiinflamatorios y disminuya su actividad mientras sana. Si el dolor persiste, consulte a su médico. Evalúe el ajuste de su bicicleta y su posición de taco para asegurarse de que no esté irritando los tendones peroneos. Es posible que desee trabajar con un instalador de bicicletas profesional para evitar futuros problemas. Se pone más presión sobre los tendones cuando estás parado para subir colinas. Mantente sentado en la silla de montar en su lugar.