Un espolón óseo es un crecimiento óseo que puede aparecer a lo largo del borde de cualquier hueso. También conocidos como osteofitos, los espolones óseos no siempre causan dolor. Sin embargo, cuando se forman en las articulaciones que se rozan entre sí, el pie o la columna vertebral, pueden ejercer presión adicional sobre los nervios, lo que provoca dolor e incomodidad, especialmente cuando hace ejercicio porque ejerce más presión sobre los huesos.
Complicaciones
Las espuelas óseas pueden complicar aún más una afección porque con mayor frecuencia son el resultado de otra afección. Por ejemplo, cuando los ligamentos se desgastan debido a la osteoartritis, el cuerpo intenta repararse a sí mismo haciendo crecer un espolón óseo. Otras condiciones que pueden causar espolones óseos incluyen espondolisis o estenosis espinal, que se refieren a la degeneración de los discos en la columna vertebral. La fascitis plantar, cuando su tejido conectivo en el talón y el pie se irrita, también puede causar espolones óseos. Estas condiciones pueden restringir sus capacidades de movimiento, lo que puede dificultar el ejercicio y puede requerir la elección de actividades de bajo impacto para el ejercicio, como andar en bicicleta, caminar, nadar o usar una máquina elíptica.
Diagnóstico
Tratamiento
Advertencia
A veces, las espuelas óseas pueden desprenderse del hueso y viajar al revestimiento de una articulación. Cuando estos se incrustan, puede experimentar bloqueo de la articulación con ejercicio, como un bloqueo de rodilla o codo. Esto puede ser peligroso para su rutina de ejercicios porque si su articulación se traba mientras levanta una pesa, usa una cinta de correr o en el campo de juego, tiene un mayor riesgo de lesiones. Si experimenta este síntoma, consulte a su médico de inmediato para mitigar el problema.