La frecuencia cardíaca, o frecuencia del pulso, es la frecuencia a la que late el corazón. Una frecuencia cardíaca normal para un adulto sano oscila entre 60 y 100 latidos por minuto, informa el Sistema de Salud de la Universidad de Virginia. El ritmo cardíaco está controlado por pulsos eléctricos producidos en el marcapasos natural, conocido como el nodo sinusal, ubicado en las aurículas derechas (cámara superior derecha). Cuando una condición, enfermedad o estimulante externo interfiere con el sistema eléctrico dentro del corazón, el corazón puede responder latiendo demasiado rápido. Una frecuencia cardíaca que es significativamente más rápida de lo normal es una condición conocida como taquicardia. Aunque algunas personas que tienen una frecuencia cardíaca alta no experimentan síntomas, otras pueden sentir mareos, dificultad para respirar, aturdimiento o dolor en el pecho. Una frecuencia cardíaca alta interfiere con la función normal del corazón, lo que puede provocar efectos peligrosos.
Coágulos de sangre
Una frecuencia cardíaca rápida puede hacer que el corazón bombee de manera ineficaz. Esto significa que las contracciones del músculo cardíaco son tan rápidas que la sangre permanece en las cámaras inferiores o los ventrículos. A medida que la sangre se sienta en las cámaras inferiores del corazón, puede formar coágulos. Un coágulo de sangre dentro del corazón puede bloquear el flujo sanguíneo y provocar un ataque cardíaco. Si el coágulo se bombea fuera del corazón, puede viajar a través de las arterias del cuerpo. Un coágulo de sangre que se atasca en una arteria que conduce al cerebro priva al cerebro de sangre y, por lo tanto, de oxígeno, lo que provoca un derrame cerebral.
Insuficiencia cardíaca
A medida que el corazón late rápidamente, se puede bombear menos sangre al cuerpo. En respuesta, el corazón intenta latir aún más rápido para suministrar más sangre y oxígeno. Con el tiempo, esto causa un estrés cada vez mayor en el corazón. Cuando el corazón no puede bombear sangre tan rápido como lo necesitan las células y los órganos del cuerpo, la insuficiencia cardíaca puede ocurrir como lo describe el sitio web patrocinado por el Centro Cardíaco de San Diego Heart Failure Online.
Desmayo frecuente
Una frecuencia cardíaca alta puede hacer que la acción de bombeo del corazón sea ineficaz. Cuando los tejidos del cuerpo carecen de oxígeno, el paciente puede sentirse mareado y aturdido. Si el cerebro no recibe el oxígeno adecuado, puede ocurrir desmayo, también llamado síncope. El desmayo frecuente puede ser un peligro. Es una señal de que el cerebro está siendo privado de oxígeno, lo que puede provocar complicaciones adicionales, como daño cerebral y accidente cerebrovascular.
La muerte súbita
Existen varios tipos diferentes de taquicardia. Algunos se originan en las aurículas, mientras que otros se originan en los ventrículos. En los casos de taquicardia ventricular, así como en los de fibrilación ventricular, los impulsos eléctricos anormales en los ventrículos causan una frecuencia cardíaca alta e interfieren con el bombeo de sangre al cuerpo. Tanto la taquicardia ventricular como la fibrilación ventricular son emergencias médicas, según los médicos de la Clínica Mayo, ya que pueden provocar la muerte súbita si no se restablece un ritmo cardíaco normal.