El azúcar puede, en algunas circunstancias para algunas personas, aumentar la frecuencia cardíaca. Una búsqueda en Internet revela afirmaciones mixtas sobre los efectos inmediatos del azúcar en la frecuencia cardíaca. Pero la investigación, como la de DO Kennedy y AB Scholey presentada en un estudio de marzo de 2000 publicado en Psychopharmocology , y la comprensión de la fisiología involucrada en el metabolismo del azúcar sugieren que el azúcar puede afectar la frecuencia cardíaca a corto, mediano y largo plazo a través de variados mecanismos.
Combustible para el pensamiento
Su cuerpo necesita combustible para funcionar. La comida que comes es tu combustible. Se digiere y se convierte en glucosa, una forma de azúcar en la sangre, que luego es utilizada por las células para obtener la energía necesaria para todo lo que hace su cuerpo, desde pensar hasta respirar y correr.
Algunos alimentos, conocidos como alimentos con alto índice glucémico (GI), se convierten en glucosa más rápidamente que otros alimentos. El azúcar es un alimento con alto IG. Cuando consume azúcar procesada simple, puede convertirse en glucosa en sangre en minutos. Este corto tiempo requerido para convertir el azúcar en glucosa en la sangre es una de las razones por las cuales las personas recurren a los dulces para un rápido levantamiento. Los carbohidratos complejos, como las verduras y las frutas, o las proteínas, como las nueces, el pescado y la carne, tardan mucho más en convertirse en combustible celular.
Efectos inmediatos del metabolismo del azúcar
Cuando la glucosa en sangre es alta, el páncreas libera insulina, que luego ayuda a transportar la glucosa a las células musculares o hepáticas. Allí, se usa para energía. Si hay más glucosa presente de la necesaria, la insulina ayuda a que la glucosa se almacene en los tejidos adiposos como grasa para las posibles necesidades de energía en el futuro.
Un efecto inmediato de la descomposición y conversión de la glucosa en energía celular es un aumento del metabolismo, que puede manifestarse en forma de aumento de la frecuencia cardíaca, presión arterial alta o alguna otra forma de excitación, como un mayor estado de alerta mental.
El estudio de Psicofarmocología encontró que los participantes del estudio tuvieron mayores aumentos en la frecuencia cardíaca y tuvieron un mejor desempeño cuando se les dieron tareas mentales después de la administración de glucosa que los sujetos de control que hicieron las mismas tareas sin glucosa. Las personas tienen respuestas individualizadas a un metabolismo elevado, por lo que el azúcar no siempre puede causar un cambio notable en la frecuencia cardíaca para todas las personas. En el estudio de Psicofarmacología , los sujetos que tenían frecuencias cardíacas basales más bajas tuvieron las mayores mejoras de rendimiento después de la administración de glucosa.
Si bien este estudio parece indicar que el azúcar puede tener un efecto sobre la frecuencia cardíaca, este fue un estudio pequeño (14 participantes) y no se han realizado estudios adicionales para evaluar más la ingesta de azúcar en la frecuencia cardíaca.
Los bajos de azúcar
Una vez que la insulina ha eliminado la glucosa de la sangre, hay una condición de glucosa baja en la sangre. Las personas con diabetes o con otras afecciones metabólicas como la hipoglucemia reactiva o la hiperinsulinemia reactiva posprandial pueden experimentar un repentino colapso del azúcar en la sangre porque su páncreas reacciona de forma exagerada a la presencia de glucosa en la sangre y libera demasiada insulina. La reacción pancreática desencadena una gran cantidad de respuestas hormonales, incluida la liberación de hormonas del estrés, como la epinefrina, por la glándula pituitaria.
Estas hormonas del estrés estimulan el sistema nervioso simpático y provocan una excitación fisiológica que puede incluir, entre otras respuestas, un aumento de la frecuencia cardíaca, aumento de la presión arterial, hiperactividad, ansiedad e irritabilidad.
Consecuencias de salud a largo plazo
El azúcar representa aproximadamente el 14 por ciento de la ingesta calórica de los estadounidenses, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. La verdad importante es que la obsesión con el azúcar, junto con una creciente aversión al ejercicio, ha llevado a una epidemia de obesidad. Recuerde, la insulina convierte la glucosa en sangre que no puede usar para obtener energía inmediata en grasa. La circunferencia adicional que lleva sobrecarga su corazón y contribuye a la escalada de la enfermedad cardíaca, incluida la hipertensión, la presión arterial alta y la frecuencia cardíaca elevada.
La evidencia epidemiológica indica que el azúcar puede afectar la frecuencia cardíaca y la salud al aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular, según un estudio de abril de 2014 publicado en JAMA Internal Medicine.
Manteniendo su corazón saludable
Puede beneficiarse de la mayor energía mental y física que proporciona la comida sin estresar su sistema metabólico ni presentar riesgos para su sistema cardiovascular. Minimice el consumo de azúcares simples y almidones, y en su lugar consuma carbohidratos complejos como frutas, verduras y alimentos integrales. Estos alimentos tardan más en liberar azúcares en la sangre y proporcionan a su cerebro y cuerpo una fuente constante de glucosa.