Café y cortisol

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Anonim

Muchas personas consumen café como una forma de mejorar la energía, el enfoque mental, el estado de alerta y la vigilia en la mañana. La cafeína en el café puede tener estos efectos beneficiosos, pero también puede aumentar los niveles de una hormona del estrés conocida como cortisol. Los niveles crónicamente altos de cortisol pueden tener una serie de efectos negativos en el cuerpo. Consuma café con moderación o tome café descafeinado para limitar los niveles de cortisol.

Una taza de café rodeado de granos de café. Crédito: Comstock / Stockbyte / Getty Images

Cortisol en el cuerpo

El cortisol ayuda a convertir las grasas y proteínas en energía utilizable y actúa como un agente antiinflamatorio. Cuando el cuerpo está estresado, los niveles de cortisol aumentan. Si bien el cortisol es una hormona necesaria que desempeña funciones importantes en el cuerpo, los niveles crónicamente altos pueden desencadenar un exceso de almacenamiento de grasa, lo que puede conducir a la obesidad. Además, el cortisol puede causar antojos de azúcar y aumentar el apetito.

La cafeína aumenta el cortisol

Según un estudio publicado en 2005 en "Psychosomatic Medicine", la cafeína puede aumentar los niveles de cortisol en personas estresadas. Los investigadores se propusieron determinar el efecto del consumo regular de cafeína en los niveles de cortisol. Los resultados del estudio mostraron que después de una abstinencia de cinco días, la reintroducción de cafeína en la dieta causó un aumento significativo en los niveles de cortisol. Sin embargo, la respuesta general de cortisol se redujo significativamente después de cinco días de consumo de cafeína. Los autores del estudio concluyeron que las respuestas de cortisol a la cafeína pueden disminuirse, pero no eliminarse, cuando la cafeína se consume diariamente.

Cortisol, salud y obesidad

Existe una fuerte relación entre los niveles elevados de cortisol y la obesidad. En particular, el cortisol puede aumentar el almacenamiento de grasa alrededor de la sección media. Según un artículo de Christine A. Maglione-Garves et al. en el sitio web de la Universidad de Nuevo México, cuando el cuerpo está expuesto a niveles crónicamente altos de cortisol, los tejidos pueden alterarse, lo que hace que la grasa circulante se deposite en la región abdominal. Esto puede conducir a una presión arterial alta y niveles elevados de azúcar en la sangre, lo que aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2.

Descomposición de cortisol y músculo

Además de promover el almacenamiento excesivo de grasa, el cortisol puede tener efectos catabólicos (degradación muscular) en el cuerpo. Según un estudio publicado en 2008 en el "International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism", aunque las altas dosis de cafeína pueden aumentar ligeramente las concentraciones de testosterona, que tiene un efecto de construcción muscular, durante el entrenamiento de resistencia, también puede causan aumentos moderados en los niveles de cortisol, lo que resulta en una relación más baja de testosterona a cortisol. Este efecto podría contrarrestar cualquier efecto anabólico (construcción muscular) de la cafeína combinada con el entrenamiento de resistencia.

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