Después de terminar una sesión de ejercicio particularmente extenuante, no es raro experimentar una sensación de mareo o vértigo. Los síntomas pueden incluir la sensación de desmayo, debilidad o la percepción de que la habitación está girando. Aunque esta condición no siempre es motivo de preocupación, el aturdimiento puede hacerte sentir inestable e inestable. Puede tomar medidas para eliminar el aturdimiento relacionado con el ejercicio aumentando la cantidad de oxígeno a los tejidos.
Falta de combustible
Piensa en tu cuerpo como un auto. Al igual que su automóvil necesita gasolina para funcionar, su cuerpo requiere su propio tipo de combustible en forma de los alimentos que come. Cuando hace ejercicio, su cuerpo utiliza la energía almacenada en sus tejidos para que pueda hacer ejercicio. Cuando estas reservas de energía se agotan, puede experimentar mareos o vértigo. Siempre asegúrese de tener "combustible" en su cuerpo antes de hacer ejercicio. Una buena manera de lograr esto es comer un refrigerio de 200 calorías entre 30 minutos y una hora antes de hacer ejercicio. Los ejemplos incluyen medio sándwich de mantequilla de maní, cereal y leche o un plátano y jugo. Estos alimentos contienen carbohidratos, que son la principal fuente de energía de su cuerpo.
Medicamentos tomados
Algunos medicamentos, incluidos los utilizados para tratar la presión arterial, pueden contribuir al aturdimiento después del ejercicio. Lea las etiquetas o folletos informativos asociados con sus medicamentos para conocer los efectos secundarios enumerados, como mareos o desmayos. Discuta con su médico cómo puede minimizar los efectos de estos medicamentos mientras hace ejercicio.
Caída de la presión arterial
Cuando hace ejercicio, su corazón trabaja más para bombear la sangre necesaria a sus músculos. Esto agranda los vasos sanguíneos, lo que les permite compensar el flujo sanguíneo agregado. Cuando deja de hacer ejercicio, su corazón puede comenzar a latir más lentamente, pero es posible que sus vasos sanguíneos aún no se hayan recuperado. Debido a la disminución repentina de la circulación sanguínea, su presión arterial puede disminuir. Esto puede provocar sensaciones de mareo o vértigo. Esto puede ser una ocurrencia normal y generalmente no indica motivo de preocupación.