La proteína es clave para la buena salud: está involucrada en la función inmune, el transporte de oxígeno y el mantenimiento del tejido muscular fuerte. La "proteína cruda" es una medida de cuánta proteína hay en los alimentos, según las pruebas de laboratorio que estudian la composición química de los alimentos. Cuando busca contenido de proteína en la etiqueta nutricional de un alimento, el número que ve se refiere a proteína cruda.
Proteína cruda versus verdadera
Hay dos medidas para la proteína en los alimentos: proteína cruda y proteína verdadera. La proteína cruda se calcula después de medir el contenido de nitrógeno de un alimento. Debido a que cada aminoácido, el bloque de construcción utilizado para producir proteínas, contiene nitrógeno, al observar el contenido total de nitrógeno de un alimento se obtiene una idea de su contenido de proteína. Sin embargo, debido a que no todo el nitrógeno en los alimentos se encuentra en las proteínas, el uso de proteínas crudas como medida podría inflar la cantidad de proteínas en un alimento. La proteína verdadera, por otro lado, se calcula después de probar directamente el nivel de proteína en los alimentos, por lo que ofrece una visión más precisa de la cantidad de proteína que obtendrá por porción.
¿Qué hay en la etiqueta?
El contenido de proteína en las etiquetas de nutrición se determina mediante pruebas de proteína cruda, no proteína verdadera. Eso significa que el contenido de proteína en la etiqueta de nutrición podría, en teoría, sobreestimar ligeramente la cantidad de proteína que realmente se encuentra en los alimentos, por ejemplo, en los lácteos, según la Universidad de Cornell.
Debido a que los fabricantes de alimentos usan el contenido de proteína cruda para calcular la cantidad de carbohidratos en los alimentos, cualquier inexactitud en el contenido de proteína podría causar también inexactitudes en el contenido de carbohidratos.
Inexactitud de la proteína cruda
Existe cierta evidencia de que los hechos enumerados en los menús no informan con precisión el contenido real de nutrientes, incluidas las proteínas, de los alimentos. Un estudio, publicado en Appetite en 2015, encontró que el contenido real de proteínas de la comida de un restaurante ofrecido en un campus universitario difería significativamente de la información nutricional publicada en el menú. Además, el contenido de proteína real de la leche puede diferir de la cantidad de proteína cruda, según un informe de la Universidad de Cornell. Esta diferencia puede tener un efecto significativo en la fabricación de productos lácteos, como el queso, señala el informe.
Satisfacer sus necesidades de proteínas
No se estresen demasiado sobre si las etiquetas nutricionales miden la proteína cruda o la proteína verdadera, o si algunas etiquetas no informan con precisión el contenido de proteínas. El hecho es que, según la Universidad de Massachusetts, la mayoría de las personas obtienen fácilmente todas las proteínas que necesitan de la dieta, por lo que es probable que no tenga que preocuparse por su ingesta de proteínas. Asegúrese de obtener su proteína de fuentes saludables. Los alimentos a base de plantas, como los frijoles y las nueces, ofrecen proteínas magras y fibra saludable para el corazón, mientras que las proteínas magras de origen animal, como lácteos, aves y pescado bajos en grasa, proporcionan muchas proteínas sin mucha grasa saturada..