Las dietas bajas en calcio se pueden usar para tratar la hipercalcemia, que es la presencia de demasiado calcio en el torrente sanguíneo. Su médico puede recetarle una dieta baja en calcio como complemento de otro tratamiento médico para la hipercalcemia. Debido a que el calcio es tan importante en la resistencia ósea y la prevención de la osteoporosis, nunca realice una dieta baja en calcio sin la recomendación y supervisión de un médico.
Hipercalcemia
La hipercalcemia es típicamente secundaria a algún otro tipo de enfermedad, como la función paratiroidea anormal, hipertiroidismo, insuficiencia renal, insuficiencia suprarrenal, enfermedades inflamatorias, consumo excesivo de vitamina D y consumo excesivo de lácteos. La hipercalcemia puede provocar atrofia muscular y espasmos, problemas mentales y psicológicos, cálculos renales y dolor óseo. Si sospecha que tiene hipercalcemia, hable con su médico. Su médico puede recetarle una dieta baja en calcio junto con otros tratamientos para tratar la hipercalcemia.
Dietas bajas en calcio para cálculos renales
Una creencia común es que las dietas bajas en calcio tratarán los cálculos renales, que están hechos principalmente de oxalato de calcio; sin embargo, estudios recientes han demostrado que reducir la ingesta de calcio no evitará ni disolverá los cálculos renales. Los cálculos renales son una afección médica grave que requiere la intervención de un profesional médico. Nunca se auto-trate con una dieta baja en calcio a menos que su médico lo haya recomendado o supervisado.
Productos lácteos
Los productos lácteos son ricos en calcio. Los productos lácteos fortificados también contienen altos niveles de vitamina D, lo que mejora la absorción de calcio. Si su médico lo ha puesto en una dieta baja en calcio, evite todos los productos lácteos como yogur, queso, leche, helado y kéfir. También evite cualquier alimento procesado que contenga grandes cantidades de lácteos, como salsas y sopas a base de crema.
Productos fortificados
Muchos productos han sido fortificados con calcio y vitamina D. Evite los alimentos fortificados con calcio como el jugo de naranja, la avena instantánea, el cereal para el desayuno, los panes fortificados con calcio y la leche de soya. Muchos alimentos para el desayuno se han enriquecido, como cereales, gofres congelados y jugos. Lea las etiquetas cuidadosamente para determinar si un alimento ha sido fortificado con calcio o no.
Otros alimentos ricos en calcio
Es posible que desee evitar o minimizar muchos otros alimentos ricos en calcio. Los alimentos con alto contenido de calcio incluyen salmón, tofu, sardinas, espinacas, brócoli, coles de Bruselas, frijoles blancos, bok choy, almendras, ruibarbo, nabos, semillas de sésamo, frijoles blancos, col rizada, tortillas de maíz, hojas de mostaza y ostras. Lea las etiquetas para determinar los niveles de calcio en los alimentos procesados si necesita minimizar el calcio en su dieta. Si toma un suplemento multivitamínico, verifique que no incluya calcio como uno de sus ingredientes.