Como vitamina, B-12 es diferente del hierro, un mineral, tanto en su composición como en su función como nutriente. Sin embargo, están interrelacionados. Por otro lado, su relación entre sí no es el alcance de su importancia. El cuerpo requiere ambos de forma independiente por diferentes razones y sin ninguno de ellos, pueden resultar complicaciones de salud.
Vitamina B12
La vitamina B-12 es otro nombre para la cobalamina. Es una vitamina soluble en agua única porque el cuerpo puede almacenar un suministro en el hígado que puede durar hasta seis años. El cuerpo requiere B-12 para el metabolismo, el mantenimiento del sistema nervioso y la producción de glóbulos rojos. Aparece naturalmente en carne, pollo, pescado, huevos, productos lácteos y alimentos preparados fortificados. La deficiencia es rara, pero resulta más frecuente en personas con anemia perniciosa, lo que dificulta la absorción intestinal. En consecuencia, otras deficiencias a menudo lo acompañan. Los síntomas de una deficiencia de B-12 incluyen hormigueo, entumecimiento, debilidad, desequilibrio y anemia.
Hierro
El hierro es un metal que el cuerpo necesita para la salud general de la sangre y, en particular, para el transporte de oxígeno y dióxido de carbono. El término común para una deficiencia de hierro es anemia, que causa varias complicaciones de salud relacionadas con la sangre. Los síntomas de anemia incluyen piel pálida, dificultad para respirar, mareos, uñas quebradizas, fatiga extrema, latidos cardíacos rápidos, inflamación o dolor oral, debilidad, irritabilidad, dolor de cabeza, falta de apetito, antojos inusuales y síndrome de piernas inquietas. La dosis adecuada por día de hierro es de 8 miligramos por día y 10 miligramos por día para las mujeres que amamantan.
Vitamina B-12 y Hierro
Una de las principales causas de deficiencia de hierro es la pérdida de sangre. Cualquier cosa que cause pérdida de sangre, desde períodos abundantes hasta úlceras pépticas, puede causar una deficiencia de hierro. Dado que el cuerpo requiere vitamina B-12 para producir glóbulos rojos, una deficiencia de vitamina B-12 puede conducir directamente a una deficiencia de hierro. De esta manera, la aparición de anemia podría ser el resultado de una deficiencia de B-12 en lugar de una deficiencia de hierro, aunque la relación es indirecta. Esto podría generar confusión entre los dos, aunque son completamente diferentes.
Folato
El tercer nutriente, el folato, también comparte una relación con la vitamina B-12 y el hierro. Otra vitamina del complejo B, B-9, el folato se une a los glóbulos rojos cuando hay una deficiencia de hierro. Sin embargo, al igual que la anemia, la absorción de folato por los glóbulos rojos podría producirse inmediatamente después de una deficiencia de B-12, dado que resulta directamente en una deficiencia de hierro. La conclusión final de este descubrimiento es que el hierro maneja los niveles de folato en la sangre. De esta manera, tanto el hierro como la vitamina B-12 son necesarios para el manejo adecuado del folato.