En estos días, escuchamos más y más sobre los beneficios del ejercicio. El ejercicio ayuda a mantener la salud de nuestro corazón, puede ayudar a perder peso e incluso puede ser beneficioso para aquellos que sufren de depresión. Sin embargo, en algunos casos, las personas pueden desarrollar dificultad para respirar y mareos mientras realizan su rutina de ejercicios. Comprender las causas y los peligros de estos síntomas es crucial para mantener la seguridad durante su entrenamiento.
Ejercicio intenso
Durante el ejercicio, nuestros cuerpos sufren tensión y estrés, lo que a menudo resulta en un aumento de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la frecuencia respiratoria. Dependiendo de la dificultad de los ejercicios, estos signos vitales pueden aumentar solo moderadamente o a un nivel significativo. La falta de aliento durante el ejercicio intenso, por lo tanto, no es solo un efecto secundario común, sino un acontecimiento esperado. De hecho, aquellos que no se quedan sin aliento mientras hacen ejercicio a menudo se dedican solo a episodios leves de actividad. Durante el ejercicio especialmente intenso, los niveles máximos de frecuencia cardíaca también pueden provocar mareos de leves a moderados.
Alta presión sanguínea
A medida que aumenta la dificultad del ejercicio, los deportistas pueden esperar experimentar un aumento en sus niveles de presión arterial. Si bien un aumento moderado de la presión arterial puede ser beneficioso para el corazón, los aumentos significativos pueden ser bastante peligrosos y, en realidad, pueden provocar dificultad para respirar y mareos. Aquellos que tienen antecedentes de hipertensión deben evaluar su presión arterial de inmediato si se produce dificultad para respirar y mareos. El American Council on Exercise informa que el ejercicio con niveles de presión arterial superiores a 200/100 puede ser peligroso.
Baja azúcar en la sangre
El nivel bajo de azúcar en la sangre, también conocido como hipoglucemia, es otra causa común detrás del desarrollo de dificultad para respirar y mareos durante el ejercicio. Durante el ejercicio, el cuerpo depende de la glucosa en la sangre como combustible, y cuando los niveles de este compuesto son demasiado bajos, los signos y síntomas de hipoglucemia a menudo se vuelven evidentes. Los diabéticos pueden considerar controlar su azúcar en la sangre antes de hacer ejercicio para asegurarse de que los niveles estén en un rango seguro. Según el American Council on Exercise, los diabéticos no deben comenzar una sesión de ejercicio si su nivel de azúcar en la sangre es inferior a 100 mg / dL.
Disfunción pulmonar
Si bien la salud del corazón es crucial para aquellos que participan en un programa de ejercicio, los pulmones también juegan un papel importante. De hecho, los pulmones ayudan a proporcionar oxígeno a todas las partes del cuerpo, incluidos los músculos activos. Aquellos que han sido diagnosticados con una forma de enfermedad pulmonar, incluida la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el enfisema u otros, pueden desarrollar dificultad para respirar y mareos, ya que el suministro de oxígeno es limitado. Para estos individuos, se puede requerir oxígeno suplementario durante los períodos de ejercicio moderado a intenso.