El exceso de grasa comúnmente se acumula en la espalda y puede aumentar el tamaño de la camisa, el tamaño del sujetador y ser una indicación de sobrepeso. Aunque las condiciones médicas, la genética y la medicina pueden causar aumento de peso, la falta de actividad física y los malos hábitos nutricionales son los culpables más comunes.
Nivel de actividad
Haga un inventario de sus actividades diarias. Si descubre que se sienta la mayor parte del día y realiza una actividad física mínima, es probable que viva un estilo de vida sedentario. Su cuerpo necesita una fuente de combustible para cualquier actividad. Primero quema el azúcar almacenado, luego usa grasa corporal. Si no usa estas fuentes de combustible, su cuerpo puede sufrir una disminución del metabolismo y acumular peso gradualmente.
Hábitos dietéticos
Considera lo que comes y bebes cada día. Piense de dónde provienen sus productos alimenticios. ¿Son alimentos procesados con aditivos y conservantes, o son alimentos que provienen de fuentes naturales? Los alimentos que provienen de restaurantes de comida rápida o que se compran en paquetes suelen ser comida chatarra. Estos productos alimenticios son comúnmente más altos en grasas, calorías, carbohidratos, azúcar agregada y sodio. Su cuerpo necesita estos elementos para funcionar, pero no necesita tantos alimentos como la mayoría de los alimentos preparados. Una dieta rica en grasas, azúcares y calorías puede conducir a un exceso de peso y grasa en la espalda.
Significado
Soluciones
No existen ejercicios para perder peso en una sola área, pero puede reducir la grasa de la espalda mientras mejora la composición de todo el cuerpo. Comience con unos minutos de ejercicio cada día. Puede ser tan pequeño como cinco a 10 minutos por sesión. Trabaja para completar 30 a 45 minutos de ejercicio aeróbico la mayoría de los días de la semana. El ejercicio aeróbico puede incluir cualquier cosa que involucre la mayor parte de su cuerpo y mantenga su ritmo cardíaco elevado, como natación, tenis, baloncesto, racquetball, correr y caminar. El American College of Sports Medicine también recomienda que realices dos sesiones de entrenamiento de fuerza a la semana. El entrenamiento de fuerza construye tejido muscular, reduce la grasa corporal, acelera su metabolismo, quema calorías incluso cuando está parado y mejora su rendimiento físico. Para hacer que su dieta sea más consciente de la salud, incluya una variedad de alimentos de todos los grupos de alimentos. Coma más verduras, frutas, granos, carnes y productos lácteos. Apunte a productos bajos en grasa, sin grasa, sin azúcar y orgánicos que proporcionen nutrientes sin aditivos.