Las dos formas diferentes de fibra son solubles e insolubles. Cada uno juega un papel importante en la digestión y la prevención de enfermedades, según MedlinePlus. A diferencia de la fibra insoluble que pasa rápidamente a través del tracto digestivo y llena las heces, el tipo soluble atrae agua para formar un gel durante la digestión, lo que ralentiza el proceso. Comer granos enteros, semillas, nueces y frutas y verduras frescas puede aportar cantidades adecuadas de fibra soluble a su dieta para obtener varios beneficios.
Reduce el colesterol
Según Mary Grosvenor y Lori Smolin en el libro "Visualizing Nutrition: Everyday Choices", una dieta baja en fibra soluble hace que el colesterol y la bilis de la dieta se reabsorban en el hígado para su reutilización. Alternativamente, una dieta rica en fibra soluble une el colesterol y los ácidos biliares para la excreción en lugar de la absorción, lo que resulta en un colesterol general más bajo del cuerpo. Cuando el colesterol se absorbe de manera persistente, puede causar enfermedad del hígado graso no alcohólico, endurecimiento arterial, ataque cardíaco, enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular, señalan los autores.
Control de glucosa en sangre
Los diabéticos pueden beneficiarse al comer alimentos con alto contenido de fibra soluble, ya que ayuda a retrasar el vaciado del estómago y prevenir picos instantáneos en los niveles de glucosa en sangre, dicen Charlette Gallagher y John Allred en su libro "Eliminando el miedo a comer". Los diabéticos obesos tipo 2 pueden beneficiarse particularmente de este tipo de fibra, ya que pueden ayudarlo a sentirse más lleno durante más tiempo para una ingesta calórica más baja y promover la pérdida de peso para un mejor control del azúcar en la sangre. Sin embargo, si eres diabético, no debes recetarte una dieta alta en fibra. En cambio, hable con su médico para evitar complicaciones.
Alivio digestivo
La fibra soluble también puede ayudar a aliviar las afecciones inflamatorias del intestino, la diarrea y el estreñimiento, según Nicolette Dumke en el libro "Fábrica de pan fácil para dietas especiales". Aunque las personas con enfermedad inflamatoria intestinal pueden necesitar regular el consumo de fibra, si padece síndrome del intestino irritable, hemorroides, estreñimiento o diarrea, la fibra soluble puede actuar como un regulador. Por ejemplo, si tiene diarrea, la formación de gel de fibra soluble ayuda a agregar volumen para evitar las heces acuosas, al tiempo que actúa más sobre su naturaleza líquida para aliviar las deposiciones endurecidas y difíciles. El autor también señala que la fibra soluble fermenta en el colon, aumentando la flora de bacterias beneficiosas en el colon.