Un cuerpo sano no solo contribuye a una vida más activa, productiva y satisfactoria, sino que también puede agregar años a su vida. Cuando su cuerpo tiene un sistema inmunitario fuerte para combatir problemas de salud, se reduce su riesgo de desarrollar problemas oculares, artritis y enfermedades crónicas como cáncer, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas. Siguiendo algunas pautas, puede desarrollar hábitos que contribuyan a la salud continua de su cuerpo.
Come comida saludable
Cuando come bien, no solo se siente mejor y tiene más energía, sino que también proporciona a su cuerpo nutrientes vitales (proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y fibra) que mantienen la salud de su cuerpo. Una dieta rica en nutrientes incluye granos integrales, pescado, nueces, huevos, aves y carnes magras, productos lácteos sin grasa o bajos en grasa como el yogur y la leche fortificada, y grasas no saturadas como el aceite de oliva y el aguacate. Evite los alimentos procesados y refinados, que generalmente están cargados de grasas saturadas y azúcar. Estos alimentos tienen poco valor nutricional y pueden hacer que sus niveles de glucosa en sangre aumenten y luego disminuyan rápidamente, dejándolo cansado.
Ejercicio regular
Al igual que comer una dieta saludable, participar en el ejercicio regular es crucial para mantener su cuerpo saludable. La actividad física regular ayuda a controlar su peso, fortalece sus huesos y músculos, mejora su estado de ánimo y su salud mental en general y puede agregar años adicionales a su vida. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el ejercicio de intensidad moderada, como caminar a paso ligero, es seguro para la mayoría de las personas. Participe en al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada por semana. Si tiene problemas de salud, consulte con su médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios.
Dormir lo suficiente
Aunque la cantidad de sueño necesaria varía con cada individuo, un sueño adecuado y de calidad juega un papel vital no solo en su rendimiento diario, sino también en mantener su cuerpo saludable durante toda su vida. El sueño es necesario para la curación y reparación de su corazón y vasos sanguíneos. Ayuda en el equilibrio de las hormonas de su cuerpo y apoya el crecimiento y desarrollo de su cuerpo. Su sistema inmunitario, que defiende su cuerpo contra las infecciones y otras sustancias nocivas, depende de un sueño adecuado para mantenerse fuerte y funcionar correctamente. Notar cuándo su cuerpo necesita dormir y cumplir con esa necesidad es importante para mantener una buena salud. Trata de dormir de siete a ocho horas al día.
Reduce el estres
El manejo del estrés en su vida ocupada y activa juega un papel importante para mantener su cuerpo saludable. Aunque el estrés no se puede evitar, se puede controlar. Cuando el estrés se repite, es excesivo y no se trata, su cuerpo puede desarrollar problemas de salud física, como presión arterial alta, sistema inmunitario debilitado y problemas mentales como depresión y falta de concentración. Las estrategias como el ejercicio, el yoga, la meditación o la participación en programas de reducción del estrés son formas efectivas de controlar su estrés y ayudar a mantener su cuerpo saludable.
Beber agua
Mantenerse bien hidratado es esencial no solo para la salud de su cuerpo, sino también para su supervivencia. El agua es un nutriente esencial que constituye entre el 60 y el 70 por ciento de su cuerpo. Cada célula de tu cuerpo necesita agua para funcionar correctamente. El agua mantiene la temperatura corporal, mueve nutrientes y materiales de desecho a través de su cuerpo, ayuda a normalizar la presión arterial y lubrica y amortigua las articulaciones y órganos del cuerpo. Debe reemplazar el agua perdida a través de las funciones corporales como la transpiración y la respiración todos los días para evitar la deshidratación. Mantenga una botella de agua a mano durante el día para beber. Una buena regla general para estimar la ingesta diaria adecuada de agua es beber, en onzas, la mitad de su peso corporal total. Por ejemplo, si pesa 140 libras, tome 70 onzas diarias.