Las hemorragias nasales son una parte casi inevitable de la vida. Aproximadamente el 60 por ciento de las personas tendrán al menos una hemorragia nasal durante su vida, según un artículo publicado en "Australian Family Physician" en septiembre de 2015.
La mayoría de las hemorragias nasales ocurren cerca del frente de la nariz y se detienen por sí solas. El aire seco, pellizcarse o sonarse la nariz y tener un resfriado se encuentran entre las causas más comunes. Las causas menos comunes incluyen hipertensión arterial o trastornos hemorrágicos.
La relación entre la vitamina D y las hemorragias nasales actualmente no está clara. Sin embargo, una pequeña cantidad de evidencia científica sugiere que tanto la cantidad de vitamina D como la cantidad insuficiente pueden aumentar la probabilidad de una hemorragia nasal.
Deficiencia de vitamina D
La vitamina D juega un papel importante en el mantenimiento de huesos fuertes y sistemas inmunes y cardiovasculares saludables. Un artículo de revisión en la edición de enero de 2018 de "The Journal of Steroid Biochemistry and Molecular Biology" señaló que los niveles bajos de vitamina D aumentan el riesgo de desarrollar una serie de afecciones, que incluyen infecciones, presión arterial alta, enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2, osteoporosis, algunos cánceres y ciertas enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple.
Deficiencia de vitamina D y hemorragias nasales
Debido a que la deficiencia de vitamina D aumenta las posibilidades de desarrollar un resfriado o presión arterial alta, uno podría esperar que aumente la probabilidad de una hemorragia nasal.
Solo un estudio publicado ha examinado si esto es cierto. Ese estudio, publicado en el "International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology" en octubre de 2016, comparó a 42 niños con hemorragias nasales con 55 niños sin hemorragias nasales. Los resultados mostraron que los niveles de vitamina D en promedio fueron significativamente más bajos en niños con hemorragias nasales. Un nivel de vitamina D por debajo de lo normal aumentó la probabilidad de una hemorragia nasal en aproximadamente un 14 por ciento.
Exceso de vitamina D
Demasiada vitamina D puede producir efectos secundarios. A medida que la vitamina D aumenta la absorción de calcio del tracto digestivo, los principales efectos secundarios están relacionados con el exceso de calcio en el cuerpo. Estos incluyen náuseas, vómitos, cálculos renales, pancreatitis, anormalidades del ritmo cardíaco y presión arterial alta.
La exposición al sol y el consumo de alimentos ricos en vitamina D es muy poco probable que causen altos niveles de vitamina D, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Sin embargo, el uso a largo plazo de suplementos de vitamina D por encima de las cantidades máximas recomendadas por los NIH puede conducir a un exceso de vitamina D.
Exceso de vitamina D y hemorragias nasales
La evidencia muy limitada sugiere que el exceso de vitamina D puede aumentar la probabilidad de una hemorragia nasal. Los estudios de laboratorio han demostrado que la vitamina D puede actuar como un anticoagulante, interfiriendo con la capacidad del cuerpo para formar coágulos sanguíneos. Ningún estudio ha evaluado directamente si los altos niveles de vitamina D conducen a hemorragias nasales u otros tipos de sangrado en humanos.
Sin embargo, un estudio de más de 6000 personas publicado en la edición de junio de 2016 de "The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism" encontró que las personas con niveles más altos de vitamina D tenían niveles más bajos de dos proteínas necesarias para la formación de coágulos sanguíneos estables. Además, debido a que los niveles altos de calcio pueden conducir a la hipertensión arterial, el exceso de vitamina D puede aumentar indirectamente la probabilidad de hemorragias nasales a través de sus efectos sobre el calcio.
Próximos pasos
Aunque las hemorragias nasales tienen muchas causas que no están relacionadas con la vitamina D, puede ser razonable controlar su nivel de vitamina D si tiene una hemorragia nasal. Definitivamente consulte a su médico si tiene hemorragias nasales frecuentes.
Cuando la nariz comience a sangrar, cierre las fosas nasales con los dedos e incline la cabeza ligeramente hacia adelante. Aplicar una bolsa de hielo sobre la nariz también puede ser útil. Busque atención médica inmediata si tiene una hemorragia nasal que no se detiene en unos 20 minutos. También busque atención médica inmediata si el sangrado parece provenir de la parte posterior de la nariz, si hay una gran cantidad de sangre o si está vomitando sangre o se siente débil o mareado.