Ser madre de un bebé tiene sus recompensas, pero también es agotador. Cuando esté amamantando a su bebé, debe estar disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Si bien necesita comer más para satisfacer sus necesidades nutricionales y las de su bebé, debe asegurarse de que sus elecciones de alimentos sean saludables y ricas en nutrientes. Es probable que los antojos por los dulces y los alimentos grasos que está teniendo estén relacionados con su falta de sueño, no tanto con la lactancia.
Privación del sueño y antojos
Como madre de un niño pequeño, su sueño nocturno a menudo se ve interrumpido, lo que afecta no solo la cantidad de tiempo que duerme, sino también la calidad. La falta de sueño afecta su capacidad de tomar decisiones y aumenta su deseo de recompensas, según un estudio de 2013 publicado en "Nature Communications". Los investigadores encontraron que estas alteraciones en la actividad cerebral aumentan su deseo de alimentos poco saludables. Sus antojos de dulces y grasas pueden estar relacionados con cambios en la actividad cerebral debido a las necesidades de su bebé que superan su necesidad de dormir.
Obtenga suficientes calorías
Si bien no puede hacer demasiado por la falta de sueño hasta que su bebé crezca un poco, asegurarse de que obtenga suficientes calorías puede ayudar a disminuir su deseo de alimentos poco saludables. Según la Academia de Nutrición y Dietética, una madre que amamanta usa 500 calorías cada día para producir suficiente leche materna para alimentar a un bebé de hasta 6 meses de edad. Dos tercios de esas calorías provienen de los alimentos que consume, mientras que el resto proviene del peso que ganó durante su embarazo.
Llena tu dieta con comida saludable
Cuando amamanta, los alimentos que come afectan no solo su salud sino también la de su bebé. Incluir una variedad de alimentos de todos los grupos de alimentos puede ayudarlo a satisfacer esas necesidades y mantenerlo satisfecho, lo que puede ayudar con los antojos. La dieta de una madre lactante sana debe incluir fuentes magras de proteínas como pollo, pescado y frijoles; una variedad de coloridas frutas y verduras; granos integrales como el pan integral y el arroz integral; y productos lácteos bajos en grasa o sin grasa. Beba un vaso de agua cada vez que amamante para asegurarse de satisfacer sus mayores necesidades de líquidos, recomienda el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.
Controla los antojos
Asegúrese de comer regularmente para dominar el hambre y mantener los niveles de energía para ayudar a combatir esos antojos. Además, trate de beber un vaso de agua cuando quiera comer algo dulce o graso. A veces la deshidratación se confunde con el hambre. Si nada de esto funciona, está bien rendirse, pero trate de mantener su porción pequeña o sustituya una opción más saludable, como una barra de fruta congelada o papas fritas horneadas.