La natación se ha utilizado como una forma de terapia física durante muchos años. Las propiedades del agua le permiten realizar ejercicios que serían difíciles en tierra. El agua proporciona flotabilidad y resistencia, y dispersa el calor corporal durante el ejercicio, evitando así el sobrecalentamiento. Los ejercicios de natación para la tendinitis dependen de la ubicación del tendón lesionado. Por ejemplo, el tendón de Aquiles puede beneficiarse de las patadas de natación, mientras que los tendones de los hombros podrían responder a la terapia de rastreo frontal.
Tendinitis
Un tendón está hecho de tejido fibroso fuerte que conecta los músculos con los huesos. Transmite la fuerza mecánica de las contracciones musculares a los huesos durante el movimiento. Debido a que lleva la carga de fuerza mecánica, es propenso a sufrir lesiones durante un movimiento excesivo o repentino. La tendinitis es una inflamación del tendón. Puede comenzar lentamente como un dolor intermitente, pero luego puede empeorar en un debilitamiento que se vuelve demasiado doloroso para las actividades diarias, incluido el sueño.
Fuerzas de natación
La resistencia al movimiento de su cuerpo aumenta del 12 al 14 por ciento en agua, por lo tanto, los movimientos rápidos y repentinos disminuyen. Debido a la flotabilidad y la resistencia, la natación causa menos esfuerzo durante la terapia de tendinitis que la terapia tradicional en tierra. Además, la carga de tejidos que soportan peso se reduce con una mayor profundidad de inmersión. Si se para en el agua hasta el pecho, la carga de carga se reduce a aproximadamente el 40 por ciento de su peso corporal total, lo que es mucho más fácil para la terapia de tendones. Cuando se prescribe un programa de terapia de natación para la tendinitis, un clínico o especialista capacitado debe supervisar la mecánica de movimiento efectiva.
Ejercicios para Aquiles
El tendón de Aquiles conecta el hueso del talón con los músculos de la pantorrilla. Es un tendón grueso y fuerte que permite caminar, correr y saltar. Los ejercicios de natación para el tendón de Aquiles pueden comenzar inmediatamente después de una lesión. Los ejercicios en aguas poco profundas incluyen caminar hacia adelante y hacia atrás, rocas en el talón y círculos en los tobillos. En aguas profundas, los episodios cortos de patadas de aleteo, esculpir y correr ayudan a la tendinitis de Aquiles. Cráneo se refiere a hacer movimientos de paleta en forma de ocho con las manos y las muñecas que sostienen o impulsan su cuerpo en el agua. A medida que avanza la terapia de natación, puede avanzar hasta las patadas con delfines, pisar y el derrame cerebral.
Ejercicios para rodillas
La rótula se mantiene en su lugar por el tendón rotuliano. La tendinitis rotuliana es frecuente en atletas que saltan en deportes como el baloncesto o el voleibol. Los ejercicios de natación para la tendinitis rotuliana comienzan con pasos de agua. En aguas profundas hasta el pecho, practique subir y bajar un paso. A medida que avanza, el agua desciende hasta el nivel de la cintura y la carga gravitacional de su peso corporal aumentará en el tendón. Las patadas de aleteo comienzan flotando sobre tu espalda o estómago. Las patadas progresan hacia el uso de aletas y patadas de delfines. El ciclismo en aguas profundas también es beneficioso en el tratamiento de esta tendinitis.
Ejercicios para hombro y codo
Los ejercicios de natación para las extremidades superiores tratan la tendinitis de muñeca, codo y hombro. Estas lesiones son comunes entre los atletas que lanzan y golpean, como los tenistas, los golfistas y los lanzadores de béisbol. Los ejercicios iniciales de natación incluyen episodios cortos de craneo vertical. Otra terapia temprana es caminar a zancadas en aguas profundas mientras balancea los brazos. Los ejercicios posteriores incluyen el craneo horizontal de la cabeza primero, la espalda primaria, la carrera en aguas profundas y la braza.