Hay poco espacio adicional alrededor de la médula espinal en la columna torácica. Por lo tanto, una hernia de disco en la columna torácica puede ser grave. A veces, el primer signo del disco herniado es la parálisis debajo de la cintura. Afortunadamente, una hernia de disco en la columna torácica no es tan común como en la columna lumbar. Dependiendo de la gravedad de la protuberancia del disco, el estiramiento y el ejercicio pueden aliviar el dolor y aumentar la movilidad.
Caminando
La hernia de disco en la columna torácica es dolorosa. El dolor puede ser lo suficientemente severo como para limitar la movilidad. Después de un período de descanso para aliviar el dolor, es importante restablecer la movilidad perdida al comenzar una rutina de caminata. Caminar diariamente lo ayudará a recuperar la movilidad, lo que acelerará el proceso de curación. Según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, si el dolor es severo, tómese un tiempo libre del trabajo y limite su actividad durante unos días. Después de que el dolor intenso disminuya, debe comenzar a movilizarse. Comience un programa de caminata, aumentando la distancia que camina cada día.
Bicicleta estacionaria
Mejorar la flexibilidad es importante cuando tienes un disco abultado. Según la Clínica Cleveland, los ejercicios en bicicleta estacionaria son efectivos para restaurar la flexibilidad y mejorar la circulación, y pueden acelerar la curación de los discos abultados. Al comenzar una rutina de bicicleta estacionaria, comience despacio y avance hasta un ritmo más vigoroso a medida que disminuya su nivel de dolor. Consulte con su médico si tiene una hernia de disco. Él puede derivarlo a un fisioterapeuta para controlar su programa de ejercicios y hacer los cambios necesarios.
Ejercicios centrales
La estabilidad de la columna es importante con los discos abultados. Los ejercicios para fortalecer las piernas y el abdomen, como las sentadillas y los abdominales, aumentan la estabilidad de la columna y reducen el dolor de los discos abultados. El dolor resultante de una protuberancia del disco es la presión sobre los nervios por el disco o las estructuras óseas. La estabilización de la columna al aumentar la fuerza muscular reducirá el movimiento, lo que provocará menos dolor. Siempre permita que la fase aguda del dolor disminuya antes de comenzar cualquier programa de ejercicios.
Advertencia
Al igual que con cualquier dolor de espalda, consulte con su médico, especialmente si experimenta síntomas como náuseas, fiebre, dolor de cabeza, entumecimiento u hormigueo en las extremidades, dificultad para orinar o defecar, dolor nocturno o pérdida de peso repentina e inesperada. Estos pueden ser signos de algo más grave que una protuberancia en el disco y requieren atención médica inmediata.