Los mariscos y el pescado pueden ser parte de una dieta saludable y bien balanceada. Los mariscos son bajos en grasas saturadas, ricos en vitaminas B y una buena fuente de proteínas y hierro. Los mariscos y pescados pueden incluir salmón, pescado blanco, atún, arenque, trucha, mejillones, ostras, cangrejo, camarones, vieiras, almejas, bacalao y langosta. Cuando se cocina adecuadamente, los mariscos son una buena opción dietética. Sin embargo, comer mariscos crudos o poco cocidos puede presentar posibles efectos secundarios y problemas de salud.
Deficiencia de tiamina
Según MedlinePlus, comer una gran cantidad de pescado crudo o mariscos puede causar deficiencia de vitamina B1 o tiamina, una vitamina importante para la digestión adecuada, la función renal y la prevención de la diabetes. MedlinePlus afirma que comer pescado y mariscos cocidos es seguro y no afecta sus niveles de tiamina. Esto se debe a que cocinar puede destruir y eliminar los químicos que representan un peligro para la tiamina en su cuerpo.
Comida envenenada
Comer pescado crudo o ostras puede contribuir a la intoxicación alimentaria. La intoxicación alimentaria ocurre cuando consume toxinas, bacterias o virus del agua o alimentos que contienen estas sustancias nocivas. Los síntomas de intoxicación alimentaria incluyen náuseas, diarrea, calambres abdominales, dolor de cabeza, debilidad y náuseas y vómitos.
Hepatitis
La hepatitis viral ocurre cuando su hígado se inflama. Una posible causa de hepatitis es la contaminación por una fuente de agua o alimento. El Centro Médico de la Universidad de Maryland recomienda que evite comer pescado y mariscos crudos o poco cocidos, especialmente cuando viaja, para reducir el riesgo de contaminarse con el virus de la hepatitis.