La metformina es un medicamento que normalmente se usa en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2. Este medicamento pertenece a la clase de medicamentos antihiperglucémicos, lo que significa que contrarresta la glucosa en la sangre. Si bien la Administración de Drogas y Alimentos no ha aprobado la metformina para bajar de peso en los Estados Unidos, algunos médicos están comenzando a utilizar este medicamento de manera no autorizada para disminuir el peso en pacientes con sobrepeso u obesidad. Se están realizando varios estudios para analizar el uso de metformina para bajar de peso, y se necesitan más estudios antes de la aprobación de la FDA.
Disminución de la producción de glucosa hepática
La metformina disminuye la cantidad de azúcar que crea el hígado, según los hallazgos del Estudio de Obesidad Glaser, realizado por la Red de Investigación Pediátrica Glaser. Si no ha comido en algún período de tiempo y su nivel de azúcar en la sangre es demasiado bajo, su hígado puede compensarlo creando y liberando azúcar en la sangre. Luego se secreta insulina para compensar, y almacena este azúcar como grasa en el tejido adiposo. Cuando la metformina disminuye la cantidad de azúcar liberada por el hígado, el páncreas no tiene que liberar insulina adicional, lo que reduce la producción y el almacenamiento de grasa.
Disminución de la ingesta de alimentos
La investigación ha indicado que la metformina puede tener un efecto supresor del apetito, aunque no se entiende completamente por qué ocurre esto en este momento, según la Red de Información de Control de Peso. La red también afirma que la metformina puede hacer que se sienta satisfecho más rápido y durante un período de tiempo más largo de lo normal.
Efectos secundarios gastrointestinales
La metformina puede causar efectos secundarios gastrointestinales leves, como diarrea, náuseas y vómitos, de acuerdo con Drugs.com. Se propone que un posible mecanismo de acción para el beneficio de la metformina para reducir el peso es simplemente que debido a estos efectos secundarios gastrointestinales leves, las personas no tienen ganas de comer, señala la investigación de Glaser. Si tiene trastornos gastrointestinales excesivos o prolongados mientras toma metformina, comuníquese con su médico, ya que puede necesitar cambiar su medicamento.
Resistencia reducida a la insulina
La metformina crea una mayor sensibilidad a la insulina al ayudar al cuerpo a usar el azúcar en la sangre ya presente. Este proceso disminuye la liberación de glucagón y glucogénesis para aumentar los niveles de azúcar en la sangre. Debido a que la metformina ayuda al cuerpo a usar el azúcar en la sangre en lugar de almacenarlo, el cuerpo crea y almacena menos grasa.
