Cuando piensas en bocadillos saludables, las albóndigas probablemente no sean lo primero que se te ocurra. Aunque son deliciosos, los carbohidratos en las albóndigas los hacen menos ideales para las personas a dieta. Pero con una receta saludable de albóndigas, puede disfrutar de esta comida sin sacrificar sus objetivos de salud.
Información Nutricional de Albóndigas
Las calorías exactas de la albóndiga dependen de la marca que consume. Tradicionalmente, las albóndigas se hacen con carne molida de res o cerdo, huevo, queso o leche, migas de pan, especias y otros aditivos como el azúcar y los ingredientes aglutinantes.
Las variedades envasadas también pueden ser ricas en sodio. Según el USDA, tres albóndigas congeladas al estilo italiano contienen 160 calorías, 12 gramos de grasa, 8 gramos de proteína y 4 gramos de carbohidratos. Cuando agrega salsa, pasta y queso, aumenta el recuento de calorías aún más.
Por supuesto, todo esto depende del tamaño y la cantidad de albóndigas que consumas. Si desea disfrutar de comidas tradicionales sin los carbohidratos altos en las albóndigas, simplemente puede elegir comer menos. Pero también puede ser creativo en la cocina para hacer sustitutos más saludables.
Hay varios consejos y trucos que puede usar para que sus albóndigas sean más saludables sin sacrificar el sabor. Una es usar pollo o pavo en lugar de carne de res o cerdo, para reducir el consumo de grasas saturadas, como lo sugiere la American Heart Association. También puede probar recetas de albóndigas que usan menos pan para reducir los carbohidratos.
Pruebe algunas recetas de albóndigas
Las recetas de albóndigas son fáciles de encontrar y contienen todo tipo de ingredientes adicionales para resaltar el sabor, incluidos vegetales, especias, huevos y hierbas. Y preste atención a las especias que usa, porque hay evidencia de que algunas, como la cúrcuma y el cilantro, pueden tener beneficios positivos para la salud, según Harvard Health Publishing.
Estas albóndigas italianas de la Clínica Mayo usan sustituto de huevo y queso parmesano, junto con cebolla, ajo y perejil. Son relativamente bajos en grasas saturadas (solo 4 gramos por porción) y altos en proteínas (26 gramos por porción).
Las albóndigas se preparan de diferentes maneras. Puedes freírlos en la estufa u hornearlos en el horno, y si terminas con las sobras, puedes congelarlas para usarlas en comidas rápidas durante la semana. Las albóndigas son una adición fácil a su lista de preparación de comidas porque son portátiles, versátiles y conservan su textura después de congelarse.
Si está buscando reducir su consumo de productos animales, puede comprar "albóndigas" hechas con ingredientes de origen vegetal como la soja, el trigo y las proteínas vegetales. Muchos imitan el sabor de las albóndigas tradicionales, sin las grasas altamente saturadas. Las albóndigas veganas también son fáciles de hacer en casa, usando lentejas, garbanzos, champiñones y semillas de lino.
Cómo servir albóndigas
El valor nutricional de las albóndigas también se reduce a cómo las sirves. Para que sus comidas sean más saludables, sirva con salsa marinara sin azúcar y calabaza con espagueti o fideos de calabacín. La proteína en las albóndigas las hace llenas y satisfactorias por sí mismas, por lo que no necesita agregar una amplia variedad de otros ingredientes para completar la comida.
Las albóndigas son convenientes porque se pueden congelar con anticipación y servir durante toda la semana. También son un excelente aperitivo para llevar a las reuniones sociales. Independientemente de cómo los sirva, adhiérase a las recetas que son altas en proteínas y bajas en carbohidratos y grasas no saludables. De esta manera, puede disfrutar de las albóndigas como parte de su rotación habitual de cenas, sin preocuparse por su efecto negativo en su salud.