Síntomas
Cuando hace ejercicio, está utilizando varios grupos musculares en todo el cuerpo, incluso si no los está apuntando específicamente. Los músculos se pueden estirar o tensar fácilmente durante un entrenamiento. Los dolores musculares más comunes, especialmente en el abdomen, desaparecen después del descanso y pueden o no regresar la próxima vez que haga ejercicio o aplique algún esfuerzo físico. En general, puede reconocer las diferencias entre el dolor de hígado y un desgarro muscular. El dolor de hígado varía desde un dolor sordo justo debajo del esternón que puede extenderse hasta la mitad de la espalda baja, hasta un dolor agudo debajo del esternón que se extiende hacia el lado derecho. El dolor puede aumentar a medida que aumenta la producción de cardio. También puede experimentar fatiga extrema con el dolor y, en casos graves, puede producirse un color amarillento de la piel y los ojos, esto se llama ictericia.
Causas
Una de las principales causas de dolor hepático distinto es la insuficiencia hepática. La incomodidad hepática en las etapas iniciales de la enfermedad hepática generalmente ocurre después de una comida rica en calorías o grasa. Ciertos alimentos y bebidas con alto contenido de aspartamo (NutraSweet), suplementos herbales, uso excesivo de alcohol y acetaminofeno también pueden causar molestias y dolor en el hígado. A medida que hace ejercicio, su cuerpo convierte la glucosa almacenada en energía para suministrar sus pulmones, corazón y función muscular. Su hígado juega un papel vital en la conversión de glucosa. Si se lesiona de alguna manera, puede ocurrir dolor. Otras causas subyacentes de dolor hepático durante el ejercicio incluyen inflamación, una infección como la hepatitis y tomar ciertos suplementos herbales.
Solución
Debe buscar atención médica si su dolor de hígado persiste durante el ejercicio. La única forma de determinar con precisión si el dolor en el abdomen es en realidad el hígado y no es causado por otra cosa implica una serie de pruebas. Inicialmente, una prueba de función hepática junto con un panel metabólico completo podrá determinar la salud general de su hígado. Si los resultados muestran que sus niveles de enzimas hepáticas son normales, su médico podría diagnosticar su problema como muscular o esquelético y ofrecer sugerencias para reducir el dolor y las molestias durante el ejercicio. Las pruebas adicionales con un ultrasonido o la realización de una biopsia hepática ayudarán a hacer un diagnóstico preciso para que pueda comenzar el tratamiento. El hígado puede curarse solo, y una combinación de terapia medicinal junto con un cambio en la dieta podría ser todo lo que se necesita para ayudar con el dolor hepático.
Señales de advertencia
Si bien el hígado es un órgano autocurativo, su cuerpo también depende de él para sobrevivir. El dolor es uno de los primeros signos de que algo salió mal. El dolor persistente que aumenta durante el ejercicio y no desaparece después es algo que debe observarse de inmediato. Podría indicar que tiene insuficiencia hepática. El dolor intenso acompañado de vómitos, debilidad y fiebre puede ser mortal, y debe buscar atención de emergencia de inmediato.