La hinchazón cerebral, también conocida como edema cerebral y edema cerebral, es una consecuencia grave de una lesión cerebral. Cuando el cerebro se hincha, afecta la función cognitiva y conductual del paciente. Además, la inflamación del cerebro pone al paciente en riesgo de daño cerebral severo y muerte. El tratamiento inmediato es crucial para salvar la vida del paciente.
Causas
La inflamación cerebral es causada por un impacto en el cerebro, como a través de una lesión cerebral traumática. La hipertensión, la eclampsia y las enfermedades infecciosas, como las paperas, la malaria, el síndrome de Reyes, el tifus y la enfermedad de Kawasaki, también pueden causar inflamación cerebral. Durante el edema cerebral, una gran cantidad de agua invade el cráneo, lo que hace que el cerebro se hinche. En casos de edema cerebral vasogénico, la barrera hematoencefálica, que es una capa protectora alrededor del cerebro, se rompe. La hinchazón cerebral también puede ser el resultado de una presión excesiva alrededor del cerebro, que se debe a un flujo sanguíneo deteriorado.
Síntomas
La primera indicación de inflamación cerebral es un cambio en la conciencia. Si el paciente queda inconsciente después de una lesión cerebral traumática, busque atención médica de inmediato. Solo un profesional médico puede diagnosticar oficialmente el edema cerebral, ya que no es fácil notar la inflamación del cerebro solo con la vista. Otros síntomas incluyen cambios en el comportamiento o la personalidad, confusión, náuseas, entumecimiento, mareos y falta de coordinación. A menudo los pacientes dirán que se sienten bien y rechazarán la ayuda médica; sin embargo, después del inicio de los síntomas, progresan rápidamente.
Los peligros
La inflamación cerebral es la principal causa de muerte por una lesión cerebral. El tiempo es un factor en el tratamiento de la inflamación del cerebro, así que no espere para ver si aparecen los síntomas antes de buscar ayuda. Se puede producir daño cerebral severo si transcurre demasiado tiempo. Se pueden usar medicamentos para reducir la hinchazón y, en casos avanzados, la cirugía también puede aliviar la presión y el exceso de líquido. Sin embargo, la cirugía es una opción peligrosa y solo se usa como último recurso. Si no se trata la causa de la inflamación del cerebro, el paciente aún está en riesgo.