Los brotes de alfalfa son miembros de la familia de los guisantes y, por lo tanto, se clasifican como legumbres. Los brotes de alfalfa son ricos en nutrientes y ricos en vitaminas y minerales, incluidas la vitamina A, vitaminas B, zinc, calcio, magnesio y ácido fólico. Rico en una saponina, un compuesto que reduce el colesterol malo y estimula el sistema inmunológico, los brotes de alfalfa son particularmente beneficiosos para un plan de alimentación saludable. Debe almacenarlos correctamente porque son altamente perecederos.
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Paso 1
Enjuague su lote de brotes de alfalfa con agua fría para limpiarlos completamente.
Paso 2
Seque los brotes con toallas de papel y déjelos secar al aire. El almacenamiento de brotes de alfalfa que están húmedos hará que se echen a perder rápidamente mientras están en el refrigerador.
Paso 3
Rellene una cantidad razonable de brotes de alfalfa en una bolsa de plástico de tamaño mediano.
Etapa 4
Guarde las bolsas en el compartimento para verduras de su refrigerador. Use sus brotes de alfalfa dentro de cuatro días para saborearlos mientras están frescos.
Cosas que necesitarás
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Bolsas medianas de plástico
Toallas de papel
Propina
No congele sus brotes de alfalfa.