Las granadas son frutas dulces y jugosas nativas del norte de India e Irán, aunque ahora se cultivan en el Mediterráneo, Malasia y las regiones tropicales de África. Estas frutas tienen aproximadamente 5 pulgadas de diámetro y tienen cáscaras gruesas y coriáceas que van desde el rosa claro hasta el rojo intenso. El interior de una granada contiene cientos de semillas en membranas transparentes llenas de jugo. Aunque las granadas son ampliamente promocionadas como fuentes ricas de antioxidantes en el mundo occidental, usarlas en su dieta puede tener desventajas.
Disponibilidad
En el hemisferio sur, hay granadas frescas disponibles durante todo el año. Sin embargo, en los Estados Unidos y Europa, la mayoría de las variedades solo están disponibles de octubre a enero, según el sitio web del Consejo de Granada. Esto evita el uso de granadas como fuentes consistentes de antioxidantes y vitaminas en estas regiones.
Inhibición de carbamazepina
Los compuestos químicos contenidos en el jugo de granada pueden inhibir el metabolismo y la actividad de la carbamazepina, un medicamento utilizado para tratar el trastorno bipolar y la epilepsia, según Muneaki Hidaka, de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Salud y Bienestar de Kyushu en Japón. La carbamazepina se usa como un potenciador del estado de ánimo y un agente anticonvulsivo para tratar estos trastornos.
Preparación
Las granadas pueden ser difíciles y lentas de preparar. Debe eliminar las membranas individuales que contienen las semillas y el jugo de la cáscara de la granada antes de agregarlas a las ensaladas u otros platos. Además, el jugo, que es de color rojo intenso, puede manchar fácilmente la piel, así como las encimeras y tablas de cortar.