El aceite de linaza proporciona grasas vitales que necesita un bebé en desarrollo, pero también puede representar un peligro para un embarazo en progreso. Comprender los riesgos y beneficios del aceite de linaza puede ayudarla a tomar una decisión sobre si incluir este aceite en su dieta de embarazo. Consulte a un médico antes de usar aceite de linaza o tomar decisiones sobre cambios en la dieta durante el embarazo.
Aceite de linaza
El aceite de linaza se deriva de la planta de lino, Linum usitatissimum. Un componente importante de la linaza es el ácido graso omega-3 esencial llamado ácido alfa-linolénico, o ALA. Debido a que el cuerpo humano no puede producir grasas omega-3, debe obtenerlas a través de alimentos o suplementos, como aceite de pescado, nueces y lino. El aceite de linaza contiene 45 a 65 por ciento de ALA, y el resto está compuesto por ácidos grasos omega-6 y pequeñas cantidades de otras grasas. El cuerpo usa ALA para producir otras dos grasas omega-3 importantes, DHA y EPA.
Posibles beneficios del embarazo
El aceite de linaza tomado durante el embarazo podría ayudar al desarrollo del cerebro en el feto. Los bebés que no obtienen suficientes grasas omega-3 durante el desarrollo tienen más probabilidades de tener un bajo peso al nacer y una pequeña circunferencia de la cabeza al nacer, y es probable que la placenta sea más pequeña mientras está en el útero, según el Instituto Franklin. DHA en particular se ha relacionado con el desarrollo del cerebro y los ojos. El cuerpo de una mujer embarazada solo puede suministrar DHA a su bebé en desarrollo si lo ingiere al comer fuentes como mariscos o si lo crea en su cuerpo después de consumir ALA.
Posibles preocupaciones del embarazo
A pesar de la necesidad de ácidos grasos omega-3 durante el desarrollo fetal, se han planteado algunas preocupaciones sobre el uso de aceite de linaza durante el embarazo. Un estudio de 2008 de la Université de Montréal descubrió que las mujeres que consumían aceite de linaza durante el embarazo tenían un riesgo del 12 por ciento de parto prematuro, en comparación con una tasa promedio normal del 3 por ciento en mujeres sanas que no tomaban aceite de linaza. La correlación entre el parto prematuro y el aceite de linaza solo se produjo en mujeres que consumieron el aceite durante el segundo y tercer trimestre. Comer semillas de lino enteras o molidas no aumenta el riesgo de parto prematuro.
Consideraciones
Equilibrar la necesidad de ácidos grasos omega-3 y los peligros potenciales del aceite de linaza durante el embarazo puede representar un problema para las futuras madres. Para el curso más seguro, evite usar aceite de linaza como fuente de ALA y concéntrese en su lugar en otras fuentes alimenticias de ácidos grasos omega-3 durante el embarazo, como mariscos, nueces, vegetales marinos, semillas de lino enteras o molidas y vegetales de hoja verde. Si desea usar aceite de linaza durante el embarazo, hable con su médico sobre cuánto puede usar de manera segura y si tiene factores de riesgo específicos que aumenten su riesgo general de parto prematuro.